1789 Revolución francesa
«La gente creerá que el siglo se encuentra en un proceso de renovación».
Carta dirigida al rey francés Enrique II a propósito de las profecías para el año 1792.
1889-1945 Adolf Hitler
De lo más profundo del Occidente de Europa
De gente pobre un joven niño nacerá
Que por su lengua seducirá a las masas
[Su fama al reino de Oriente más crecerá]. III, 35
1939-1945 Segunda Guerra Mundial
Desde Mónaco hasta Sicilia
Toda la playa se convierta en desolada
No habrá barrio, ciudad ni villa
Que por los bárbaros pillada sea y robada. II, 4
1945 Bomba atómica sobre Hiroshima
Será dejado fuego ardiente, muerte escondida
En los globos horribles y terroríficos,
De noche en ciudad marítima en pólvora dejada,
La ciudad en fuego, el enemigo favorable. V, 8
1963 Asesinato de Kennedy
[La obra antigua se acabará,
Del techo caerá sobre el gran mal ruina:]
Inocente hecho muerte se acusará,
Culpable escondido soto bajo la escarcha. VI, 37
A partir de 1980 Epidemia de sida
La gran peste de ciudad marítima,
No cesará [hasta que la muerte sea vengada
Del justo sangre tomada por maldita sin crimen.
De la gran dama por ocultación ni ultrajada]. II, 53
1981 Atentado contra Juan Pablo II
Romano Pontífice guárdate de acercarte.
De la ciudad que dos ríos bañan,
Tu sangre irá cerca de allí a ser esculpida,
[Tú y los tuyos cuando florezca la rosa]. II, 97
2003 Guerra de Irak
Bajo el opuesto clima babilónico,
Grande será de sangre la efusión,
Que tierra y mar, aire, cielo será inicuo,
Sectas, hambre, reinos, pestes, confusión.
Desde la Revolución de los jacobinos hasta la guerra de Irak, Nostradamus predijo los sucesos que han marcado la historia. / Fotos: Cordon Press
Las predicciones astrológicas, como las de Nostradamus, fueron consentidas y alentadas por la Iglesia, que empezó a oponerse a ellas a finales del siglo XVI. La fama del maestro fue acrecentada tras su muerte por su hijo César y su secretario. La biografía que redactaron lo lanzó definitivamente a la posteridad.
