El asesor en política energética de Trump es su amigo -y exsocio-. Harold Hamm, de 71 años, propietario de Continental Resources, y al que Trump llama ‘el rey de la energía’. Por Carlos Manuel Sánchez
La riqueza de Harold Hamm se debe a una franja de tierra a dos mil metros de profundidad que arranca en Dakota del Norte y llega hasta Montana y Canadá. Esa franja, la formación Bakken, está compuesta por rocas que rezuman gotitas de petróleo. Hace unos años no tenía valor porque era más caro extraer ese petróleo que dejarlo donde está. Pero llegó el fracking y Hamm se convirtió en el rey.
La fortuna de Hamm asciende a 12.000 millones de euros
En EE.UU el propietario de un terreno lo es también del subsuelo. Sin embargo, en España Hamm no se hubiera hecho millonario, porque aunque el Código Civil establece que el dueño de una finca lo es de la superficie y de lo que hay debajo de ella, la ley de Minas señala que los yacimientos y recursos geológicos serán de dominio público.
Hamm es agresivo. En 2013, Austin Holland -el jefe de los geólogos federales que relacionaron los seísmos con las prospecciones de su empresa- lo acusó de intimidación. Poco después, todos los sismólogos relacionados con el caso decidieron buscarse otro trabajo.
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