Este empresario ya rescató a Fiat y a Ferrari y, ahora, la mayoría de los italianos le reclama que salve el país. Todos animan al Avvocato, como lo llaman, a que entre en política. Hablamos con el hombre de moda en Italia. Nuestra nación está amenazada de muerte , asegura.
De camino a su helicóptero, Luca di Montezemolo, de 64 años, ve un pequeño vehículo de color beis, que al acercarse, resulta ser un Nissan.
¿Un Micra en Maranello? Es lo que le faltaba al jefe de Ferrari en este estresante miércoles, ver una tortuga diésel en el centro de su imperio rojo, de su reino de los 12 cilindros. Tiene mucha prisa hoy; de hecho, ya debería estar en Roma desde hace rato, su primera cita del día es con Mario Draghi, su amigo del colegio y nuevo presidente del Banco Central Europeo. Montezemolo saca su móvil. ¡No quiero volver a ver ese coche aquí! . Y luego acelera hacia el helicóptero, su flequillo al viento, sus dos móviles sonando casi a la vez. Amore le susurra a su mujer a través de un iPhone, hasta la noche, que tengo un día horrible hoy, llevo más de una hora de retraso . Para hablar con su despacho romano, utiliza un Nokia de la Edad de Piedra. ¡Sí, sí, arrivo! Ya voy de camino .El multiempresario Luca di Montezemolo está muy solicitado este otoño lleno de sobresaltos. Para The Wall Street Journal es el rey no coronado de Italia , la revista LEspresso lo define como el hombre para todo al asalto del poder. Lo reclaman desde todas partes para que hable, haga acto de presencia Según las encuestas, el 59 por ciento de los italianos querría que entrara en política. Gentes de todos los partidos creen que este empresario, duro y creativo, podría salvar el país con la misma espectacularidad con la que ya salvó las dos empresas automovilísticas italianas. Pero ¿y él? ¿Quiere él dar el paso? Contesta con un no lo creo . ¿Eso es no? No, eso es que en este momento de lo que se trata es de Italia, no de mí .Montezemolo es un perro de presa al que hay que sacar a cazar. Cuando el consorcio Fiat lo envió a Maranello hace 20 años, tuvo sus dudas. Ferrari era poco más que un taller de coches obsoleto que construía bólidos caros y poco fiables para tipos exhibicionistas y, además, perdía mucho dinero. Ahora, las flechas rojas vuelven a estar entre los coches más bellos del mundo, van a la vanguardia tecnológica y, desde un punto de vista financiero, la empresa rebosa energía. El diario londinense Financial Times eligió a la ultramoderna factoría de Módena como Mejor Lugar de Trabajo en Europa 2007. Montezemolo ha multiplicado por diez los ingresos y, aunque las cosas no van del todo bien en fórmula 1, este año ha vendido más de 7000 vehículos. Si quiere comprarse el nuevo 599 GTO, tendrá usted que esperar año y medio. Y yo también , se lamenta Montezemolo. Como las congestionadas ciudades italianas no están hechas para los Ferrari, el empresario se mueve por Roma con una Vespa o un Cinquecento; este modelo de reducido tamaño y gran éxito nació cuando se puso al timón del grupo Fiat en 2004, tras la muerte de los hermanos Agnelli.En el horizonte aparece la ciudad de Módena. Allí detrás está la fábrica de Maserati. Cuando me hice cargo de ella, en 1998, había perros vagabundos merodeando por las instalaciones, ahora vendemos 800 coches al año solo en China . En Bolonia, Montezemolo se baja del helicóptero y se sube al jet que lo llevará a Roma. Ragazzi, nos vamos les dice a los pilotos o esto acabará mal . Tiene que reunirse con Draghi, luego pronunciar una conferencia. Más tarde le espera su niña bonita, NTV, la mayor sociedad ferroviaria privada de Europa; está previsto que empiece a funcionar en enero con los más modernos trenes de alta velocidad y un servicio exquisito. Y quiere estar en casa a las siete, se lo ha prometido a sus tres hijos pequeños.
ü¿Es un tatuaje eso que asoma bajo su reloj? Titubea, luego se lo quita y enseña una pequeña tortuga con tres letras en el caparazón, M, G y L. Son las iniciales de sus hijos, Guia, Maria y Lupo. Luego se quita los gemelos y descubre en el brazo derecho una estrella con las letras M y C, Matteo y Clementina, los dos hijos de una relación anterior. Matteo, de 34 años, dirige la empresa familiar de inversiones, Montezemolo and Partners, con participaciones en compañías del mundo del diseño y el lujo. Volamos bajo un cielo sin nubes. Montezemolo mira por la ventanilla. Italia dice es un país estupendo con una gente maravillosa, pero desgraciadamente . Montezemolo se siente asqueado por el espectáculo irresponsable que está teniendo lugar en Roma, ve al país amenazado de muerte . En lugar de atacarse mutuamente, añade, los políticos deberían salvar Italia del riesgo de bancarrota . Italia no es Grecia, pero, si no actuamos unidos, existe ese riesgo . ¿Le duele que en el extranjero se conozca a Italia como la República del Bunga-Bunga? Se entristece. Algunos de nuestros políticos aseguran que hay un complot internacional para destruirnos. Pero eso solo lo dice gente que nunca ha puesto un pie fuera de nuestro país. La realidad es la contraria, a la gente le gusta Italia, lo que no le gusta es lo que ahora leen en los periódicos .El Avvocato, como lo llaman, no aparenta 64 años. Sigue siendo un hombre elegante, con pañuelo de seda en el bolsillo de su blazer cortado a medida, zapatos hechos a mano Es marqués de la vieja nobleza piamontesa, aunque no lleva el título. El tío Giuseppe, un oficial del Ejército, formó parte de la resistencia italiana y fue torturado hasta la muerte por los alemanes en 1944; primero, le arrancaron las uñas; luego, los dientes. El tío Andrea fue durante décadas uno de los diplomáticos más influyentes del Vaticano, hoy es cardenal. Montezemolo creció con una niñera alemana, pero por desgracia he olvidado mi alemán . Fue a un elitista colegio jesuita de Roma, era el campeón del mundo copiando , reconoció tiempo después. Luego llevó una vida de playboy, le gustaba pasear a bellezas a toda velocidad en sus coches deportivos. Pero todo eso cambió el día que lo llamó Enzo Ferrari. Había escuchado al entonces estudiante de Derecho y piloto de rallies de 24 años en un programa de radio defendiendo con vehemencia las carreras de coches. En 1974, Ferrari lo nombró director de una escudería que llevaba diez años sin victorias. Montezemolo puso fin a la mala racha con un golpe de suerte. reclutó a un desconocido piloto austriaco, Niki Lauda, que sería campeón del mundo solo un año después, en 1975. Nos entendimos enseguida, los dos buscábamos el éxito asegura hoy Lauda. Luca es un tipo de la vieja escuela, que quiere ver sus ideas hechas realidad al instante y, si eso no ocurre, se puede enfadar bastante .üLos italianos llevan más de 40 años siguiendo en los medios la turbulenta vida del Avvocato, ya sea en su condición de piloto de rally, presidente de Fiat o amante de la actriz Edwige Fenech, una de las beldades más famosas de Italia, o de desafortunado mánager de la Juventus de Turín o de organizador del Mundial de Fútbol de 1990 Todos conocen a Montezemolo, pero nadie sabe quién es en realidad , escribe el periodista Stefano Feltri en su biografía, recientemente publicada en Italia bajo el descriptivo título de El candidato. ¿Cuál es su posicionamiento político? ¿De derechas o de izquierdas? ¿De centro, quizá? ¿Solo busca publicidad o, de verdad, quiere entrar en la política? Si es que sí, entonces debería hacerlo ya , dicen sus amigos, a los que se les puede encontrar en todos los partidos.A Montezemolo nadie le ha conseguido sacar ni una mala palabra sobre Berlusconi. Lo conoció en 1977, durante una cena en la casa de Agnelli, el dueño de Fiat, y pensó en un primer momento que aquel empresario de la construcción milanés tenía talento e ideas frescas para hacer de Italia un país moderno. Sin embargo, cuando el nuevo primer ministro le ofreció un ministerio, Montezemolo, por aquel entonces todopoderoso presidente de Confindustria, la Confederación General de la Industria italiana, dijo que no.A día de hoy asegura que los problemas de Italia no son Berlusconi. El mayor error de la oposición ha sido hacer como si él fuera nuestro único problema . A la izquierda, por su parte, la acusa de haber malgastado todos estos años. ¿Dónde está vuestro proyecto? ¿Cuál es vuestra alternativa? Tenemos que cambiar la ley electoral, tenemos que recortar drásticamente el gasto público, reducir a la mitad el número de diputados y senadores (Italia tiene casi 1000) y volver a relacionarnos unos con otros de una manera civilizada . ¿Ha fracasado la clase política en su conjunto? No responde, hay gente buena en todos los partidos . Y está intentando reunirlos a su alrededor.üHace dos años fundó el think tank ItaliaFutura, dedicado a aportar a la política ideas originales y propuestas legislativas. Muchos italianos creen que esa unión de intelectuales y economistas es el corazón de un nuevo partido que podría presentar a Montezemolo como su candidato. ¿Se va a presentar usted? , le pregunto mientras el jet aterriza. ¿Será el candidato? . Parece un poco agobiado. No soy un individualista, soy un hombre de equipo; Ferrari no habría ganado 14 campeonatos del mundo si no hubiésemos tenido un espíritu de equipo altamente desarrollado . ¿Es eso un sí o un no? Vediamo , responde, veremos.En el aeropuerto lo espera su chófer al volante de un pequeño Lancia; con él atravesará el caótico tráfico romano para llegar al acto que tiene lugar en la Banca dItalia. El coche entra en el patio del edificio, reservado para la cúpula del Estado, y aparca junto al vehículo oficial del presidente de la República, Giorgio Napolitano. No importa si ha sido casualidad o acto premeditado, pero resulta muy elocuente. Los periodistas lo reclaman. Avvocato, ¿cuándo va a anunciar su candidatura? . Vediamo , responde Montezemolo, con una sonrisa, y desaparece en el interior del edificio.Tras el acto se despide a toda prisa y se encamina a la Universidad de la Sapienza, donde va a dar una conferencia. Allí vuelve a esperarlo una multitud de periodistas. Avvocato, ¿se va a presentar? . Montezemolo se pasa los dedos por el flequillo y sonríe, radiante, a las cámaras. Vediamo . Su discurso ante los participantes en una conferencia sobre sanidad es corto y explícito. Noto que algo se está moviendo en este país, algo nuevo comienza . El público aplaude emocionado, algunos se ponen de pie. Al concluir, se arremolinan en torno a él. Avvocato, ¿va a entrar en política? . Montezemolo sonríe y responde. Vediamo .
Líder poderosoMontezemolo, en la Embajada de Francia en Roma, el 21 de julio de 2005, tras recibir la Legión de Honor. El Avvocato cuenta con apoyo popular para pasar de los negocios a la política.
U hombre de acciónArriba, con 60 años muy bien llevados, en 2007, como presidente de Ferrari. A la izda., Montezemolo, licenciado en Derecho y marqués, con su esposa, Ludovica, y sus hijas.
