A pesar de la recesión, o quizá a causa de ella, más de 20.000 nuevas empresas españolas se han lanzadoa exportar. Y no precisamente productos agrícolas, Sino tecnología punta; innovación pura y dura. Y no paran de crecer en ventas. Hablamos con seis emprendedores que han sorteado la crisis con el made in spain.
Sobre todo se necesitan agallas, atreverse y lanzarse al exterior. Exportar no es fácil, pero si no lo haces te estancas y, al final, desapareces .
Álvaro Beltrán abrió su primera empresa con 24 años. A esa edad consiguió llevar sus productos hasta Japón. Desde entonces ha fundado dos empresas más, ambas con un marcado carácter internacional y una de ellas, además, apostando por la tecnología y la innovación. Sabe muy bien, por tanto, de lo que habla. Lo mismo se puede decir de Adrián Ortiz. A los 21 fundó su primera empresa. Siete años después dirige una compañía que vende sus productos en 53 países, factura dos millones de euros al año -y subiendo- y exporta el 94 por ciento de su producción.
Onyx Solar y Xtraice, las empresas de Beltrán y Ortiz, no han dejado de crecer y contratar personal en los últimos años. Casos como los suyos, sin embargo, no abundan en la economía española. Son ejemplos positivos en un país donde apenas el tres por ciento de los universitarios apuesta, ante todo, por convertirse en empresario al acabar sus estudios, a diferencia de lugares como EE.UU., donde el 65 por ciento piensa en el emprendimiento como primera opción. Un dato, el de los potenciales emprendedores españoles, que a Bill Drayton, último premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional y fundador de Ashoka, la mayor asociación de emprendedores sociales del mundo, le parece escalofriante .
En este escenario tan poco estimulante, sin embargo, el sector exportador parece ser el único del tejido empresarial español que emite señales positivas. He aquí, por ejemplo, un apunte contra el pesimismo. a mediados de 2011 España contaba con más 117.000 empresas exportadoras, 20.000 más que antes de la crisis que arrancó en 2007, según el Instituto de Comercio Exterior (Icex). El dato es doblemente significativo si tenemos en cuenta que en España más de 103.000 empresas, según el registro de empresas con al menos un trabajador de la Seguridad Social, han cerrado sus puertas en los últimos tres años. Ante este sombrío panorama aparece otro dato relativo al sector exterior que contribuye al optimismo. las empresas españolas son, junto con las alemanas, las que más cuota exportadora conservan desde que arrancó la crisis. Lo dicen organismos como la OCDE, que nos sitúa entre los países con mayor crecimiento global de las exportaciones. Pero que nadie se entusiasme en exceso, las comparaciones con Alemania acaban aquí. Al fin y al cabo hablamos del segundo mayor exportador mundial cuyas ventas al exterior -casi el 70 por ciento de las de la UE- superan a las españolas en más de un billón de euros. Dicho de otro modo. las exportaciones representan en Alemania el 41 por ciento del producto interior bruto (PIB); en España apenas superan el uno por ciento.
Pese a este abismo, comprobar esta buena salud exportadora, sobre todo en empresas que cultivan el I+D y la innovación, muestra que hay caminos para sortear la crisis. No se puede olvidar que en los últimos 15 años se han consolidado multinacionales españolas como Indra, CAF, Sener, Gamesa, Idom y un largo etcétera de empresas de renombre mundial en terrenos como la ingeniería, el textil, la informática, la energía o la biotecnología; además, claro está, de los gigantes -Banco Santander, Telefónica, Repsol – incluidos en la lista de las 500 corporaciones más influyentes del mundo.
Otras compañías más pequeñas, como las que aparecen en este reportaje, también recurren al exterior a través de la innovación. En palabras de Adrián Ortiz, gerente de Xtraice. Una empresa que exporta abre mercados, vende más, consolida su actividad en España y genera riqueza y empleo en su país . Las previsiones estiman que España debe crecer una media del 3,5 por ciento anual en once años para reducir el paro al 8,5 por ciento. Visto el panorama, la exportación tiene mucho que aportar.
