Se cumplen 20 años del nacimiento de un personaje de ficción que ha transformado la vida real de miles de niños, aunque ahora hayan dejado de serlo. Para algunos, el libro de J. K. Rowling es mágico. Texto y fotos: Daniel Méndez
A comienzos de septiembre, un pequeño de 11 años que había perdido a sus padres acudía por primera vez a la escuela Hogwarts.
Un centro muy especial, como se vería en el libro que cuenta sus aventuras. Harry Potter y la piedra filosofal. Se publicó por primera vez hace ahora 20 años y su historia ha conquistado
a millones de lectores: se han vendido más de 450 millones de copias, en 79 idiomas, de los siete libros de la saga ideada por J. K. Rowling. Y su adaptación cinematográfica, a lo largo de ocho largometrajes, ha generado 7000 millones en taquilla.
Un equipo de investigadores de la Freie Universität de Berlín quiso analizar neurológicamente el éxito de los libros y encontró -mediante escáneres cerebrales realizados al tiempo que se leían pasajes de la saga- que el uso de adjetivos cuidadosamente elegidos conectaba directamente con la parte emocional de nuestro cerebro.
Su primer editor en Estados Unidos, Arthur Levine, ha explicado por qué apostó por una casi desconocida Joanne Rowling, con quien firmó un contrato de 105.000 dólares cuando apenas empezaba a despuntar en Inglaterra: «Yo no fui rechazado. No tuve que dormir en una caja de cartón bajo las escaleras. Mi familia me quiere… Pero eso no significa que no me sintiera invisible, impotente, y que no tuviese la fantasía de que algún día se reconocerían mis méritos. Es algo que todos compartimos». Y muchos han apuntado a esa dicotomía, entre el huérfano abandonado que es el primer Harry Potter y el gran mago que puede con todo en que se convierte. Y algo parecido ocurre con Ron, Hermione o Neville. Una mezcla explosiva entre magia, amor, amistad y lucha contra las adversidades que ha inspirado a muchos ahora veinteañeros.
Jessica Cordero, 23 años
«Leer ‘Harry Potter’ me convenció para pedir ayuda frente al maltrato que sufría. A él también lo ayudan»
Desde los 13 a los 16 tuve un novio que me maltrataba. Un día discutimos por un juego y él sacó una tijera. Ahí empezó todo. Pero si yo estaba estudiando o leyendo, él no me tocaba. Lo hacía porque yo era muy buena estudiante y, si bajaba mi rendimiento escolar, se iban a dar cuenta de que algo pasaba. Aunque hubo otros síntomas: dejé de salir, de tener amigos… Pero mi madre pensaba que era simplemente porque estaba estudiando mucho. Hasta que un día en que tenía que entregar un proyecto en el instituto, él vino a casa, me chilló, me pegó y me rompió el trabajo. Ahí pensé: ‘Se acabó’. Llamé a mi madre y se lo conté. Pusimos la denuncia y hubo juicio. Durante ese tiempo, yo leía Harry Potter. Era un refugio porque yo en mi vida real sufría y allí veía otras muchas cosas que me gustaría que me ocurriesen. Pero, además, Harry tiene también muchos problemas, ves que no eres la única…
Y él los supera gracias a que recibe ayuda de otra gente. Y me convenció para buscar ayuda.
Además, después de este episodio, yo me quedé sin amigos, no salía… Y mi madre me convenció para que buscara en redes cosas relacionadas con Harry Potter. Había una comunidad muy activa en Valencia y me involucré mucho. Hoy, casi todos mis amigos tienen que ver con la saga. Y ves que entre nosotros hay muchos que han pasado por algo malo y se han centrado mucho en los libros. O que simplemente comparten los valores de amistad y compañerismo de Harry y el resto de
los personajes, y están muy dispuestos a ayudar a los demás.
Con quien más me identifico es con Luna Lovegood. Es lista, pero a su manera. La típica persona a la que muchos llamarían ‘loca’: ve cosas donde no las hay, habla sola… Pero para mí es la que más une a todos. Y la que está dispuesta a soportar muchas cosas por sus amigos».
Celia Matrín Morales, 16 años
«Me acosaron en el colegio y decenas de seguidores de ‘Harry’ me apoyaron»
Un día no quise salir con los que por entonces eran mis amigos. O así los consideraba yo. No sé qué pasó. Un día, me mandaron un mensaje de audio en el que me amenazaban de muerte. Esa misma tarde acabé en el hospital con un ataque de ansiedad. Era difícil, porque eran mis compañeros de clase. Y alguno lo sigue siendo. El caso es que yo ya ni sonreía ni nada. Y mi madre decidió ponerse en contacto con el Proyecto Patronus. Ellos estaban haciendo el documental sobre Harry Potter, y mi madre sabía que yo los seguía. Les contó el problema y les pidió que me escribieran una carta para darme ánimo… ¡Una no! ¡55 cartas enviadas por seguidores de Harry Potter de todo el mundo!: España, Argentina, Perú… ¡Menuda sorpresa! No me lo podía creer. Me las leí todas esa noche y al día siguiente en el instituto yo pensaba: ‘Vosotros no lo veis, pero tengo una fuerza…’.
Yo creo que lo que enseña la saga es la importancia de la amistad y la valentía. Yo me siento identificada sobre todo con Hermione: es la chica a la que muchos dejan de lado porque es inteligente. Y, además, no necesita que venga ningún chico a salvarla».
Fernando Vidal y Beatriz Martínez
«Le debemos nuestra relación y nuestra profesión a ‘Harry'»
Lo descubrí en segundo de la ESO y me enganchó -dice Fernando-. Lo que me atrajo fue la mezcla de un mundo fantástico, lleno de magia, con otro que es muy parecido al que te rodea. Además de los libros, tenía todos los DVD, claro. Y venían con el making of o con tomas falsas. Empecé a preguntarme por qué usaban esos fondos verdes o qué pasaba en una toma determinada… Y decidí estudiar cine, aunque me decanté más por la producción. Al terminar los estudios de producción, fui a un evento en Madrid sobre Harry Potter y conocí a Bea. ¡Hoy vivimos juntos en Segovia y hemos rodado un documental, Proyecto Patronus!» [el que ayudó a Celia]. «Yo estudié Periodismo -cuenta Beatriz-, en parte pensando en que quizá algún día podría entrevistar a actores, cineastas o actores que me gustan. Entre ellos, a J. K. Rowling».
Leticia Callejo, 26 años
«Casi todos mis amigos tienen que ver con la saga»
Harry Potter ha cambiado mi vida en muchos aspectos. Si tuviera que elegir el más importante, sería la amistad. Es una de las cosas que más aprecio y ahora mismo la mayor parte de mis amigos tiene que ver con la saga. Los he conocido en eventos, a través de foros, cuando fui a Londres… La corbata que llevo es de la casa Gryffindor, una de las cuatro casas del colegio Hogwarts de magia. Cada uno se identifica más con una casa que con otra, y yo me siento muy Gryffindor porque ensalza mucho el valor y el coraje. Y yo creo que son valores que he demostrado en más de una ocasión.
En el verano de 2014 decidí que tenía que ir a algún sitio a mejorar mi inglés. No tuve duda: Londres era el único destino posible. Estuve de au pair un año. Londres es la ciudad donde Harry Potter coge el tren, en la estación de King’s Cross, para ir al castillo…».
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