Más de 2000 investigadores relacionados con la sanidad rastrean, a partir de los nuevos casos de pacientes con COVID-19, los posibles contagios entre su red de familiares y amigos. Una labor crucial para mantener la desescalada. Vídeo y foto: Daniel Méndez
• Rastreadores, la clave para evitar la segunda ola
Entramos en el Hospital Universitario de Ciudad Real y en la Unidad Técnica del Área 2 de la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid para ver cómo trabajan.
Son más de 2000 los investigadores que trabajan sin descanso para localizar a los contagios y sus contactos. Una cifra muy por debajo de la de otros países: Alemania ha contratado a 12.000 rastreadores. Hay quien considera que en España harían falta entre 15.000 y 20.000.
Es imposible identificar a todos los contactos. Hay lagunas de memoria u omisiones deliberadas… Pero hay estudios que indican que, si podemos identificar al 50 por ciento de los casos sintomáticos de coronavirus y seguir al 40 por ciento de sus contactos, podemos mantener la transmisión bajo control y retomar la actividad sin asumir grandes riesgos.
Se dan situaciones difíciles. No es fácil recibir una llamada que anuncia que hemos estado en contacto con un sospechoso… y que, independientemente de que tengamos o no síntomas, tenemos que volver al confinamiento.
Los contactos estrechos deben volver al confinamiento. Se trata de personas que hayan estado en el mismo lugar que un nuevo contagiado, a menos de dos metros durante más de 15 minutos
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