La vida entre temblores en Turquía: cuatro días bajo los escombros

Una niña sobrevive cuatro días bajo los escombros tras el seísmo de Esmirna. Por Fernando Goitia / Foto: Getty Images

Póngase en su lugar. Es viernes 30 de octubre en Esmirna. A las 14:51, Ayda –de cuatro años– siente el temblor. La sacudida es brutal, de esa magnitud (7,0) en que las calles se abren y todo cruje: paredes, suelos, techos; cruje la vida entera.

Ayda y su madre están en casa, primera planta de un edificio que se les cae encima. ¿Horror, pánico, confusión, tristeza?: ¿qué emociones quedaron grabadas a fuego en su mente? Ayda pasa cuatro días de oscuridad, entre polvo, escombros y réplicas, más de 1500, pensando que todo vuelve a empezar… O que no acaba nunca. Y, de pronto, escucha una pregunta. «¿Hay alguien ahí?». «Soy Ayda, estoy bien», responde.

Entre las ruinas, sola, sintió las 1500 réplicas del seísmo

La hallan sentada en la cocina, hormigón por todas partes, salvo en el hueco entre la encimera y la lavadora donde está ella. La llevan al hospital y ve a su padre –ileso, él estaba trabajando–, pero no hay noticias de su madre. Debió de quedar cerca de ella, pasando sus últimos días juntas en medio del silencio, de la muerte.

Foto apertura: entre las ruinas, sola, sintió las 1500 réplicas del seísmo

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