Como homenaje y recuerdo al brillante periodista todoterreno nace el Premio David Gistau de Periodismo, impulsado por Vocento y Unidad Editorial. El columnista y escritor dejó huella en su sección ‘Neutral corner’ en  ‘XLSemanal’ a lo largo de cuatro años. Recordamos algunas de sus columnas más emotivas.
Un dragón en la bañera
20/04/2014
Tener una esposa feminista debe de ser relajante. No por las discusiones conflictivas, pues cualquier persona militante, capaz de ver una alegorÃa opresiva en el modo en que uno coge el mando a distancia, resulta insufrible en la convivencia Ãntima: antes me caso con Hulk Hogan. Pero sà en el sentido de que permiten liberarse de algunos estereotipos por culpa de los cuales sobre el hombre gravita la posibilidad de hacer el ridÃculo. Por ejemplo, el de macho proveedor, matador de dragones, protector de damiselas y otras cosas de las que obligan a levantarse del sillón.
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Un Tango del 82
04/05/2014
En la habitación de mis hijos hay tres buenos balones de reglamento. Uno, lleno de escudos del Real Madrid. Otro, lleno de escudos de la selección argentina. Y otro que no sé de dónde salió, pero que, conociendo a los chicos, no me extrañarÃa que fuera el botÃn de un hurto y que el verdadero propietario estuviera amordazado en el altillo de un armario, donde tal vez lo descubramos, momificado, el dÃa que nos mudemos.
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Cumpleaños feliz
19/10/2014
Las amistades perfectas deben acompasar en lo posible los saltos de edad. Quién no ha perdido amigos Ãntimos en un cambio de ciclo vital que los volvÃa menos compatibles. De todos los saltos de edad, el más determinante tal vez sea el de la paternidad. Y por eso es también en el que se pierden más amigos que deciden demorarse en esa maravillosa disponibilidad del propio tiempo que es la juventud. Asà recuerdo la juventud. la época en que fui el protagonista de mi vida, y no un actor secundario de los hijos. Eso sÃ, un actor secundario satisfecho y ancho de hombros, como los sargentos de caballerÃa irlandeses de John Ford que esconden botellas hasta en los paragÃŒeros. Pero ocurrió que dejé de decir sà cada vez que me tocaban los tam-tams por teléfono, y solo por eso hubo gente que desapareció.
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Las rueditas traseras
11/01/2015
Admito que las pruebas de ingreso en la edad adulta son menos exigentes que antaño. Nada que ver con la agogé espartana o con la imposición de la toga viril en el templo de Mars Ultor (Marte Vengadora) que Augusto construyó en su Foro luego de matar a todos los asesinos de su padre adoptivo (y no es casual que los romanos ungieran hombres a sus niños en un templo consagrado a la guerra que albergaba los estandartes sagrados). Si he de rescatar algún momento fronterizo entre edades de mi propia vida, lo primero que recuerdo es cuando me fueron retiradas las rueditas traseras de la bicicleta con un destornillador que en realidad me desacoplaba la certeza protectora de la infancia. Salinger habrÃa podido escribir solo con eso uno de sus relatos de chicos abrumados por la expulsión del campo de centeno. La muerte de mi padre supuso tiempo después la expulsión definitiva. Habrá personas que hagan coincidir ese tránsito con el primer sexo. Para mÃ, fueron unas rueditas desatornilladas y una muerte. El primer sexo me pilló ya en general escéptico, y eso que no fui tan tardÃo.
Amor fraternal
28/11/2016
Este artÃculo lo escribo con bastante antelación. Cuando ustedes lo lean, a lo mejor resulta normal que en las calles de su ciudad haya decoración navideña. Pero les aseguro que, cuando lo escribo, es francamente prematura. Y sin embargo está ya, de forma que los angelitos del portal de belén se me han mezclado en la retina con los últimos zombis rezagados de Halloween. Eso sà que es sincretismo: un niño zombi en el pesebre.