Miguel Ruiz, Cirujano y estudioso de la mente. Mexicano descendiente de chamanes, vive en EE.UU.
XL. Su primer consejo es: «Sé impecable con tus palabras». ¿Tan importante es el poder de la palabra?
M.R. Lo es. Hay que tener mucho cuidado con lo que nos contamos a nosotros mismos. Hay que evitar chismorrear sobre los demás, pero aún es más importante no hablar contra uno mismo.
XL. Las palabras se pueden volver peligrosas
M.R. Si las usamos para decir «no puedo hacer eso» o «no valgo», condicionarán lo que somos. Las palabras son ‘mágicas’ y, si las utilizas mal, se convertirán en magia negra…
XL. También dice: «No te tomes nada personalmente». ¿Y cómo quiere que me lo tome?
M.R. No podemos tomarnos lo que nos dicen personalmente porque no nos conocen. Nuestra madre dice que nos conoce mejor que nadie, pero no tiene ni idea de lo que sentimos. Hay que ser inmune a la opinión de los demás; lo que no quiere decir que no los escuches y aprendas de sus experiencias. Pero no debes olvidar que sus opiniones sobre ti están distorsionadas por su propio relato.
«¡Dejemos de juzgarnos mal a nosotros mismos! Lo que no decimos determina lo que somos»
XL. Insiste mucho en vivir sin miedo. ¿El valor, la audacia, se aprende?
M.R. Existen un miedo que nos ayuda y protege ante un peligro, pero también un miedo irracional, basado en suposiciones. ¡Hay que dejar de hacer esas suposiciones! Suponemos que no somos lo suficientemente buenos y entonces nos decimos «¿para qué lo voy a intentar?». Es una cadena irracional que nos paraliza. Hay que juzgarnos menos a nosotros mismos.
XL. ¿Somos demasiado autocríticos?
M.R. Sí, porque escuchamos las opiniones de los demás como si fuesen verdades. Conforme vamos creciendo, fingimos ser lo que no somos con el único fin de ‘encajar’ en el perfil que se espera de nosotros. Y terminamos siendo alguien que no queremos ser.
XL. Y eso es terrible.
M.R. Lo es. Debemos gustarnos a nosotros mismos. Aceptarnos tal y como somos. La vida, en realidad, es simple. ¡Somos nosotros los que la complicamos!
XL. Hombre, a veces se pasa por situaciones muy complicadas…
Sí, las hay. Por eso digo que se debe hacer siempre lo máximo que puedas sabiendo que ese máximo dependerá de la circunstancia en la que estés, de si estás sano o enfermo…
XL. Puede que estés hasta muy enfermo…
Pero, dentro de esa situación, siempre hay algo que puedes hacer. Empieza por ti mismo. Puedes empezar por encontrar la valentía suficiente para expresar lo que realmente quieres.
XL. Un problema habitual es la depresión, sin estar viviendo una «tragedia objetiva». ¿Por dónde empezar para salir?
M.R. La depresión puede ser el resultado de un mal funcionamiento de nuestro cuerpo, de un desequilibrio hormonal, y se puede trabajar sobre ello, sobre el cuerpo. Pero incluso para eso es necesario darse cuenta de que hay un problema. Necesitamos ‘desaprender’ lo que ha condicionado nuestra vida. Y eso es difícil.
XL. A sus ‘acuerdos’ o consejos iniciales ha añadido un quinto: «Sé escéptico, pero aprende a escuchar».
M.R. ¡Es el método científico! Cuando los científicos exponen lo que creen, sus colegas los escuchan con mucha atención, pero son muy escépticos, lo cuestionan todo. Así es como la ciencia avanza. Y deberíamos aplicarlo en nuestras vidas. Solo me ratificó en lo que estaba investigando. Y eso que fue un paro masivo y que durante dos años viví esperando la muerte. Pero hace dos años me hicieron un trasplante y ahora puedo incluso viajar. Y no paro de hacerlo.
Pregunta a bocajarro
¿Cómo se pasa de ser cirujano a neochamán?
Yo no me defino así. Hace 25 años decidí explorar la mente. Una evolución de mi labor médica. La psicología no ha avanzado como la ciencia o la tecnología y es tanto o más importante. Todo está en nuestra mente.
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