CONOCER Ciencia Fritz Goro El padre de la fotografía científica.

No era científico, sino fotógrafo, el más influyente de la ciencia y el periodismo especializado. Captó por primera vez todo cuanto hoy ocupa un lugar crucial en nuestras vidas. el ADN, el átomo, el feto de un bebé, la circulación sanguínea en hombres y animales, el láser, los efectos de la bomba atómica Nació en Alemania, pero escapó de los nazis hacia Estados Unidos, donde desarrolló su monumental trabajo en la revista ‘Life’, que ahora recopila su obra. Esta es su historia. una auténtica radiografía del siglo XX.

Comencé a tomar fotos de cosas que apenas entendía, con técnicas que nadie había empleado antes. Los fotógrafos más expertos podrían haber considerado ‘infotografiable’ aquello que yo me proponía documentar. Si la ciencia trata de descubrir la verdad, la fotografía entonces puede revelar esa verdad desnuda ante el mundo

y A ello se lanzó Fritz goro, cuyo apellido original era Goreau. Y vaya si lo consiguió. Nacido en Bremen (Alemania) el 2 de septiembre de 1901, inventó la macrofotografía, haciendo así visible ese auténtico universo que se abre entre lo que nuestro ojo desnudo ya no ve y sí ‘existe’, con espectacular detalle, observado a través del microscopio. Formado en la Bauhaus, en la escuela de escultura y diseño, le gustaba decir que su experiencia se debía, en parte, a su propia ignorancia. Maestro de la improvisación y creador de sus propios métodos, él mismo diseñó, de hecho, sus propios sistemas ópticos para capturar (a menudo por primera vez) todo cuanto los científicos alcanzaban a ver a veces a través del microscopio y, en muchas otras ocasiones, apenas a intuir. desde la bioluminiscencia de los mecanismos detrás de la circulación de la sangre a través de un cuerpo vivo a la visión de los rayos láser. En sus inicios, en Alemania, Goro trabajó como reportero gráfico y, ya en los años treinta, alcanzó la posición de editor jefe del semanario Munich Illustrated, hasta 1933, cuando los nazis tomaron el periódico. Poco después, él y su mujer -Grete, una escultora- no dudaron en coger las maletas y marcharse. En 1936 ya estaban en Estados Unidos y, un año después, él ya trabajaba para una revista que, como él, daba entonces sus primeros legendarios pasos. Life.La cabecera ya existía desde 1883, pero se convirtió en el mito del siglo XX que hoy es solo a partir de 1936, cuando el poderoso editor Henry Luce la compró para convertirla en la primera publicación que daba gran entidad a las imágenes, incluso con independencia del texto. Goro trabajó para la célebre revista durante casi 40 años. Gracias a ello viajó por todo el mundo -la Antártida, las selvas mexicanas, el Outback australiano-, pero donde más tiempo pasó fue en el espacio controlado y templado de su laboratorio/estudio, en el que construyó su impresionante e innovador trabajo alrededor de la ciencia. Desde allí dio a los lectores de Life de todas las edades una visión de testigo de todos los grandes avances científicos y tecnológicos de nuestro tiempo. Fotografió por primera vez el plutonio -un hito de la era nuclear-, el modelo de un átomo, la doble hélice del ADN, la circulación sanguínea en los animales vivos y la imagen de un feto humano, que inspiró a Stanley Kubrick para el célebre fotograma del niño en su película 2001. Documentó también la invención del holograma, la aparición de la fibra óptica, el láser, las computadoras, la microcirugía, la fermentación de la penicilina y la separación de los isótopos de uranio y la producción de plutonio que llevaron a la creación de la bomba atómica De hecho, fue también él quien registró los primeros efectos de esta en la zona cero del Proyecto Manhattan, el ensayo atómico realizado en el desierto de Alamogordo, en Nuevo México, el 16 de julio de 1945, en el test Trinity, en el que se detonó el dispositivo Gadget. una bomba-A de plutonio del tipo Fat Man, el mismo que Estados Unidos lanzó días después, el 9 de agosto de 1945, sobre Nagasaki. UNa de sus fotos más conocidases la de un láser rojo reflejado en una hoja de afeitar. Fue la primera vez que se vio un láser. Los problemas de atraparlo en una foto aún parecían insuperables en 1963. Un flash láser se mide en milésimas de segundo, por lo que incluso con un tiempo de exposición muy bajo era improbable que pudiera registrarse en cualquier película de color de las entonces disponibles. Tras cientos de experimentos, Goro pensó en utilizar una hoja de afeitar como un dispositivo de activación, y voilá! El láser se hizo visible. Goro, con muchos premios Nobel entre sus admiradores, era mucho más que un fotógrafo. era, dicen los expertos, también él un hombre de ciencia que empleaba un método científico para crear. Fritz Goro murió en 1986 en su casa de Chappaqua (Nueva York) a causa de complicaciones con un cáncer. Tenía 85 años. Gerard Piel, presidente de la junta directiva de la revista Scientific American y antiguo editor en Life, dijo. Su capacidad artística y su ingenuidad le permitieron acercar la abstracción de las grandes ideas, como el código genético o la teoría de las placas tectónicas, al gran público El biólogo y divulgador norteamericano Stephen Jay Gould fue más allá. Goro es el más influyente fotógrafo que el periodismo científico, y la ciencia en general, ha tenido jamás . n

Terneros en camino. Captada en 1965, esta imagen muestra un par de fetos de vaca de 90 días de gestación, claramente visibles en el interior de una bolsa amniótica.

Nada se pierde.La grabación de una vela consumiéndose en el interior de un frasco de oxígeno sellado muestra, al no alterar el equilibrio de la báscula, que la materia no puede ser destruida. Tomada en 1949.

Cabras radiactivas.Un grupo de estos animales, que sobrevivieron a unas pruebas con bombas atómicas, es estudiado para detectar envenenamiento por radiación

Paseo irreal.Quizá por su aire surrealista, esta imagen es de las más conocidas de Goro. El inventor Allyn Hazard probaba su traje espacial en un cráter de lava en el desierto de Mojave en 1962, en plena euforia de conquista del universo. El traje contaba con oxígeno y comida.

El ‘abuelo’ del CERN.Universidad de Columbia (Nueva York) en 1947. Un hombre inspecciona un ciclotrón de imán en construcción, un tipo de acelerador de partículas ideado en 1931 por Ernest O. Lawrence y M. Stanley Livingston.

Monos claves.Un mono anestesiado, en 1971, durante un test que supervisó su actividad cerebral. Goro también fotografió una operación al feto de un primate en 1965, clave para la primera cirugía de ese tipo en humanos, en 1981.

Tabaco y cáncer.En 1953, Goro documentó estas investigaciones acerca del tabaquismo y el cáncer de pulmón. Complicaciones con un tumor acabaron con su vida en 1986.

Otras fotografías con historia

Un recorrido por las imágenes que hicieron la ciencia aún más visible.

LA BOMBA. Las primeras pruebas atómicas en los años cincuenta en el desierto de Nevada. Imagen de J. R. Eyerman.

EN EL ÚTERO. El primer retrato de un embrión vivo dentro del vientre de su madre. Fotografiado por Lennart Nilsson en 1965.

LA PRIMERA FOTO DEL SOL. Tomada en abril de 1845 por Fizeau y Foucault, diseñadores del aparato para medir la velocidad de la luz.

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