Se ha ganado el aplauso del mundo científico al secuenciar el genoma del virus del Ébola en tiempo récord. Este paso, básico para acabar con la enfermedad, lo ha logrado aplicando su propia fórmula matemática. Por si fuera poco, sus avances los está cediendo gratis al mundo. «Solo entre todos acabaremos con la pesadilla», asegura. Por Carlos Manuel Sánchez

Si se hiciera una película sobre el ébola en la que los habitantes del planeta tuviera que llamar a alguien que detuviera la pandemia y salvar al mundo, esa llamada sería a Pardis Sabeti. Desgraciadamente, no es ninguna ficción. Pero si en la comunidad científica alguien ha reaccionado con rapidez y generosidad y ha dado esperanzas para hallar un remedio es esta investigadora estadounidense de origen persa cuyo sueño es usar las matemáticas para derrotar a los virus.

«Se dejó que el virus escapara de la primera aldea y que se propagara a cuatro países. Eso ha costado muchas vidas»

Pardis Sabeti (Teherán, 39 años) dirige un laboratorio asociado a la Universidad de Harvard y al Instituto Broad, en Cambridge (Massachusetts). Usa el análisis computacional y la genética para hallar los mecanismos de la evolución en seres humanos y en patógenos. Sabeti se dedica a buscar las mutaciones que favorecen a unos y otros en su milenaria carrera ‘armamentística’. ¿Qué muta en un virus para hacerse resistente a las defensas del organismo? ¿Qué cambia en el sistema inmunitario de una persona para quedar protegido de un virus? Tácticas militares cuya historia queda archivada y codificada en el ADN de los dos viejos enemigos como restos arqueológicos de sus batallas.

Su laboratorio secuenció en tiempo récord el genoma del virus del Ébola del último estallido. Sabeti se percató de que estábamos ante una emergencia mucho antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase la alerta, cuando los primeros casos de occidentales contagiados pusieron el virus en los telediarios. «A finales de mayo, una mujer ingresó en el hospital de Kenema (Sierra Leona) con hemorragias. Augustine Goba, mi colaborador allí durante años, le hizo una serie de análisis y detectó el primer caso de ébola en el hospital y uno de los primeros confirmados en ese país», relata Sabeti. El hospital de Kenema estaba bien posicionado para detectar el ébola por su experiencia en combatir otro virus mortal, la fiebre de Lassa, un proyecto en el que Sabeti lleva trabajando con los doctores africanos desde 2008.

«El doctor Sheik Khan, el mejor virólogo de Sierra Leona y también amigo mío y estrecho colaborador, aisló a la paciente, que sobrevivió. Nadie más fue infectado», prosigue Sabeti. «Si hubiera sido uno de los primeros casos de ébola en África occidental, la respuesta rápida y experta del hospital habría ayudado a controlar el estallido. Pero desgraciadamente la epidemia ya llevaba seis meses propagándose, con cientos de casos en las vecinas Guinea y Liberia». Cuando un equipo médico fue a la aldea de la enferma, comprobó que allí había 14 mujeres infectadas. Todas habían asistido al funeral de un curandero y habían tocado el cuerpo

ebola

El laboratorio de SAbeti aisla secuencias genéticas de virus temibles; entre ellos, el del Ébola. Ha confirmado que las nuevas cepas comparten un ancestro común detectado hace 40 años

Inmediatamente, un miembro del equipo de Sabeti en Harvard se subió a un avión para ayudar al personal del hospital a preparar muestras del virus y enviarlas a Boston para su análisis. Las muestras de sangre se centrifugaron y se separó el plasma de los glóbulos rojos y blancos. Los técnicos mezclaron unas gotas de plasma con una solución química que rompe todas las proteínas, de modo que el virus deja de ser peligroso. «Es como si rompes un huevo y lo fríes, sus proteínas ya no pueden convertirse en un polluelo», explica un colaborador de Sabeti. Luego se extrajo el ADN. Y se dispuso en largas tiras, como si fuera un pergamino, para construir ‘libros’ que pudieran leer los ordenadores que secuencian el genoma.A

Así se identificó que el virus presentaba 300 mutaciones, más que en estallidos anteriores. Pero antes incluso de publicar los resultados en la revista Science, el laboratorio de Sabeti ya los había puesto a disposición de los investigadores. Gratis. Rachel Sealfon, coautora del estudio, reclama la necesidad del crowdsourcing, la colaboración abierta… «Necesitaremos la ayuda de la comunidad científica mundial para frenar el estallido, por eso hemos compartido nuestros hallazgos»

Sabeti se percató de que estábamos ante una emergencia mucho antes de que la OMS declarase la alerta

También hay voces que piden que, por una vez, las compañías farmacéuticas se olviden de las patentes y sigan el ejemplo altruista de Sabeti. Y hay quien sugiere que se debería dotar de un mayor impulso a la investigación de un tratamiento eficaz, como ya sucede con la fiebre de Lassa, aunque lo más ‘goloso’ sea una vacuna. Esta es esencial para los sanitarios que tratan a los enfermos y para sus familiares y vecinos, pero inmunizar a millones de personas en áreas remotas de África sería una pesadilla logística. A no ser que lo que se pretenda, más bien, sea vender las vacunas a los gobiernos occidentales que quieran y puedan pagarlas para mitigar la psicosis de la población, como ya sucedió con la gripe A.

Mientras tanto, el hospital de Kenema quedó desbordado por una avalancha de pacientes. Cuarenta médicos y enfermeras se contagiaron. Cinco colaboradores de Sabeti han muerto ya; entre ellos, el doctor Khan. «Se dejó que el virus escapara de la primera aldea y que se propagara a cuatro países. Esa oportunidad perdida ha costado muchas vidas, incluidas las de buenos amigos míos», se lamenta Sabeti, que reconoce haber llorado de impotencia. «Y muchos de nuestros colegas siguen luchando en primera línea. Son héroes» añade Sealfon.

La OMS pronostica 20.000 infecciones. «Pero si no hay una respuesta mundial contundente, serán 40.000, 80.000… Sin un fin a la vista», advierten desde el laboratorio. ¿Triunfarán las matemáticas sobre el ébola? «Harán falta muchas otras ramas del conocimiento -matiza Sealfon-. Las matemáticas y la computación serán importantes, junto con otros campos… Necesitamos la ayuda de todos .

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