La batalla por el ordenador cuántico
La computación cuántica promete un salto cientÃfico sin precedentes. Permitirá una detección más precisa del cáncer, encuestas electorales que ‘clavan’ el resultado, tarjetas de crédito imposibles de clonar, la búsqueda de exoplanetas… Por Carlos Manuel Sánchez
· Primera imagen real de un agujero negro, las respuestas del universo
Estados Unidos compite segundo a segundo con Europa y China por desarrollar el primer ordenador cuántico estable. La meta… mucho más próxima de lo que pensábamos. Y cambiará el mundo.
Cuando el primer ordenador cuántico de uso comercial fue presentado en 2007 y lo más complicado que pudo resolver fue un triste sudoku, la comunidad cientÃfica se dividió. «¿De verdad es cuántico?», se preguntaban los escépticos. «Y si lo fuera, ¿tanto esfuerzo para esto?», añadÃan los decepcionados. «Démosle tiempo al tiempo y ya veremos a la vuelta de unas décadas», se consolaban los más cautelosos.
⢠DarÃo Gil, un español al mando del primer ordenador cuántico comercial del mundo
Los fÃsicos pocas veces se ponen de acuerdo, excepto a la hora de reconocer que la tecnologÃa cuántica estaba en mantillas. Hoy, sin embargo, quizá estemos en vÃsperas del mayor salto de la historia de la computación, del que apenas nos separan unos pocos años, o incluso menos, si hemos de creer a los ingenieros de Google, que con un ordenador cuántico pretenden superar a los más potentes superordenadores convencionales a finales de 2017, según la revista New Scientist.
Puede que los cerebros de Google vayan de farol… o puede que no. La ambigÃŒedad es una cualidad de lo más cuántica y trasciende a todo lo que rodea el sector. Asistimos a una carrera feroz por el liderazgo de esta tecnologÃa. Los contendientes: Estados Unidos, China y Europa. Los norteamericanos han movido ficha con sus grandes corporaciones al frente: entre ellas, Google, IBM, Microsoft… Y también el gigante de la aeronáutica militar Lockheed Martin, preocupado por conseguir un ordenador a bordo de sus cazas al que no se le ‘ocurra’ reiniciarse en pleno vuelo. Amazon invirtió en una start-up canadiense -D-Wave- por la que nadie apostaba y que ahora comercializa los primeros ordenadores a un precio prohibitivo: quince millones de dólares. Los chinos pusieron en órbita en agosto el primer satélite cuántico para blindar sus comunicaciones. Y los europeos acaban de anunciar un plan faraónico con más de mil millones de euros de inversión a partir de 2018 -el proyecto Quantum Flagship- que pretende crear 70 millones de empleos en la próxima década.
China «teletransporta» partÃculas de luz -una hazaña digna de de Star Trek- y ha creado un satélite cuánticoÂ
No solo hay mucho dinero en juego. Los expertos aseguran que estamos ante un cambio de paradigma cientÃfico y económico, con ganadores y perdedores a escala global; y quizá mucho más cerca de lo que pensábamos de adentrarnos en una nueva era. Y todo gracias a una rama de la fÃsica que sigue rodeada de misterio, tan exótica y contraria al sentido común que se le atragantaba al mismÃsimo Einstein, que a pesar de haber predicho sus principios seguÃa sin poder creer que «Dios juegue a los dados».
⢠Cursillo acelerado de fÃsica cuántica, por el Nobel Serge Haroche
Las estrategias son diferentes. Google compró en 2013 (y comparte con la NASA) uno de los tres ordenadores cuánticos que se han comercializado en el mundo, los tres fabricados por la mencionada D-Wave. Y puso al frente de su laboratorio a una eminencia. John Martinis, de la Universidad de California. Del plan, ultrasecreto, apenas se conoce el tÃtulo: Quantum supremacy (‘SupremacÃa cuántica’), y se ha filtrado que el año que viene presentará un prototipo de unos 50 cubits (bits cuánticos), un monstruo cientos de millones de veces más rápido que los ordenadores actuales.
Fábrica de cubits
Pero hay de todo, desde el secretismo de Google a la transparencia de IBM, que apuesta por un ordenador cuántico universal, accesible en la nube a través del ordenador y el teléfono móvil. Prefieren el hermetismo la NSA, la agencia de seguridad de Estados Unidos, que financia con 80 millones de dólares un proyecto de la Universidad de Maryland, según reveló Edward Snowden; y China, que ya ha instalado un cable de 2000 kilómetros entre PekÃn y Shanghái, la primera fase de una red cuántica impenetrable para los hackers. Por su parte, la Unión Europea -donde ya hay 300 grupos de investigación en universidades y unas 70 start-ups– apuesta por la confluencia para impulsar el sector.
Lo que está por llegar
Todos tratan de aprovechar lo que ya se ha bautizado como segunda revolución cuántica. La primera se forjó a mediados del siglo pasado, tratando de comprender y aplicar los postulados teóricos de Einstein, Heisenberg, Dirac y otros pioneros, una vez que se demostró que la luz es onda y partÃcula, con lo cual tiene -y al mismo tiempo no tiene- una masa, una posición determinada y otros atributos… Puede que la teorÃa no la hayamos comprendido del todo, pero por el camino inventamos el láser, el GPS y los transistores.
Esta segunda revolución, que nace de la colaboración entre la fÃsica cuántica y la tecnologÃa digital, podrÃa tener aplicaciones prácticas insospechadas, no solo en la criptografÃa (todas las contraseñas actuales basadas en la factorización de grandes números quedarán obsoletas ante la fuerza bruta de la computación cuántica, pero no importa porque los nuevos códigos cuánticos serán inexpugnables), sino en decenas de campos: aviones más seguros, coches sin conductor, inteligencia artificial, meteorologÃa más precisa, detección del cáncer, encuestas electorales que ‘clavan’ el resultado, tarjetas de crédito imposibles de clonar, agricultura, búsqueda de exoplanetas…
Y para la industria de los semiconductores vendrá como agua de mayo. Los chips son cada vez más pequeños, lo que ha permitido ordenadores más potentes, rápidos y livianos, pero la miniaturización está llegando a sus lÃmites fÃsicos. La llamada ‘ley de Moore’ establece que la capacidad de los chips se duplica cada dos años, un ritmo que se ha mantenido durante medio siglo y que ha propiciado los vertiginosos avances tecnológicos que hemos vivido. Pero los fabricantes, ya metidos en la escala de los nanómetros, se las ven y se las desean para integrar más transistores… El chip ‘cuántico’ dinamitarÃa esos lÃmites, pues su capacidad aumenta exponencialmente. El austriaco Rainer Blatt, fÃsico experimental, reconoce. «Apenas estamos empezando a entender todas las posibilidades que nos traerá esta revolución».
Un ‘FrigorÃfico’ de 15 millones
La empresa canadiense D-Wave ya vende ordenadores cuánticos. Entre sus clientes. Google y la NASA… Su interior parece el motor de un frigorÃfico. La temperatura es de -273 grados Celsius. El precio: 15 millones de dólares.
QUIÃNES ESTÃN EN LA CARRERA
Holanda: «Es una revolución»
Lieven Vandersypen, de la Universidad Técnica de Delft (Holanda)
«Es una revolución tecnológica y tenemos la oportunidad de participar desde el principio». Lieven Vandersypen, de la Universidad Técnica de Delft (Holanda), cuyas investigaciones financian Intel y Microsoft, es una de las estrellas europeas de la computación cuántica, con tres grandes proyectos cientÃficos. ordenadores cuánticos, ingenierÃa del grafeno y cartografÃa del cerebro.
Canadá: «Entramos en una nueva era»
D-Wave es la única empresa del mundo que vende ordenadores cuánticos. Vern Brownell, su presidente, asegura. «Ha empezado una nueva era». Su cartera de clientes es secreta, con la excepción de Google, Lockheed Martin o el laboratorio que mantiene el arsenal nuclear norteamericano. Una serie de conexiones y un algoritmo especial dispara sus prestaciones en tareas de cálculo.
EE.UU: «Gratis y en la nube»
La filosofÃa de IBM pasa por abrir sus investigaciones cuánticas a la colaboración de otros cientÃficos y también al gran público. Asà lo asegura Jerry Chow, mánager de computación cuántica en la compañÃa. Desde mayo, IBM comparte en la nube un procesador de 5 cubits, ubicado en el laboratorio de la empresa, en las afueras de Nueva York. El servicio es gratuito. «Queremos atraer a la comunidad de pensadores. Es muy emocionante».
China: «Explorar lo desconocido»
China ha sorprendido al mundo con dos hitos en comunicaciones y criptografÃa. el primer satélite cuántico y una red de cable impenetrable para los hackers de 2000 km. Al frente está Pan Jianwei. «Necesitamos explorar lo desconocido», afirma. El año pasado consiguió ‘teletransportar’ fotones (partÃculas de luz), una hazaña digna de Star Trek premiada como el acontecimiento más importante de la fÃsica en 2015.
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