Estos tres hombres tienen motivos para sonreír. Por M. G.
Pese a que China prohíbe a los bancos operar con bitcoins -la moneda digital-, no impide que inversores como ellos los produzcan.
En las altas montañas que separan Tíbet y China, en Sichuan, han instalado por ello una auténtica mina, digna de una peli de James Bond. En ella, 5000 ordenadores crean día y noche la moneda virtual. Se abastecen, además, de la baratísima electricidad de la estación hidroeléctrica vecina. Una ganga.