En este hospital de fauna salvaje sanan a muchos ejemplares de buitre negro. Por M. G.
Algunos de ellos están intoxicados con plomo, un envenenamiento misterioso que ha acabado con varios de ellos. Tras recuperarlos, los naturalistas de Grefa (Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat, en Boumort, Lérida) los trasladan a los Pirineos, donde sueltan crías nacidas en cautividad y adultos que ellos mismos han curado. Así han logrado un hito: reunir en ese punto de la cordillera a las cuatro especies europeas, el buitre leonado, el negro, el alimoche y el quebrantahuesos. La Fundación BBVA acaba de otorgar por ello a Grefa el Premio a la Conservación de la Biodiversidad.