Un equipo de científicos, ingenieros y buceadores profesionales han realizado un estudio exhaustivo del Ártico para ver las consecuencias del calentamiento global. Su aventura los ha llevado a un peligrosísimo reto: bucear bajo icebergs. Por Fernando González Sitges
Decididos a comprender el frágil e inhóspito mundo del Ártico, los franceses Ghislain Bardout y Emmanuelle Périé idearon un ambicioso proyecto para desvelar los secretos del extremo norte del planeta y poder luchar contra la pérdida de sus ecosistemas. Bautizado como proyecto Bajo el Polo (UTP, en inglés), este se dividió en dos grandes etapas. La primera, en el Polo Norte, se realizó en 2010. La segunda, en Groenlandia, terminó tras 22 meses de estudio del mundo helado al norte del círculo polar ártico. Un equipo multidisciplinar ha explorado, grabado y tomado muestras de los hielos, los fondos marinos, los animales, las plantas y el clima de la región más expuesta al calentamiento global. Desde hace décadas estamos batiendo récords de temperaturas. Este calentamiento es devastador en los extremos del planeta, allí donde la vida es posible gracias a un delicado equilibrio.
Mientras en París se ha decidido evitar que el calentamiento supere los 2 grados a finales de este siglo, los científicos calculan un incremento en el Ártico de entre 3 y 7 grados
En el Ártico, la temperatura ha aumentado a un ritmo dos veces superior al del resto del mundo. Los primeros resultados de las exploraciones y muestreos del proyecto UTP confirman los peores temores. Entre el 10 y el 20 por ciento de la superficie cubierta de nieve del Ártico se perderá.
Belleza gélida
El equipo francés de Under the Pole ha llevado a cabo por primera vez buceos intensivos en el lugar más remoto de la Tierra. Con temperaturas que llegaron a los 51 grados bajo cero, también se estudió la respuesta del cuerpo humano al frío extremo. Los icebergs son masas de agua dulce helada procedentes de glaciares quebrados. Este, en Groenlandia, es tan espectacular como peligroso.
Lo que esconde el iceberg
Solo una octava parte de los icebergs asoman al exterior. El deshielo ártico tiene nefastas consecuencias para el planeta, pero algunos ven la «otra cara» del drama: una cuarta parte de las reservas mundiales de petróleo y gas por descubrir podrían yacer bajo la superficie del Ártico. Con el legendario Paso del Noroeste abierto, la explotación y el transporte de mercancías es posible. Difícil imaginar que a los gobiernos les importen más las desastrosas consecuencias a medio plazo que las enormes ganancias que puede ofrecer el deshielo a corto.
Un barco potente
El Why, un velero de dos palos y casco de acero, ha sido la casa y oficina del equipo del proyecto Bajo el Polo II. La navegación al norte del círculo polar ártico obliga a atravesar un laberinto de hielos flotantes cuando, con la llegada de los meses cálidos, el mar se deshiela. El casco de acero se hace entonces imprescindible.
Animales y hombres, en peligro
Los biólogos del equipo han catalogado infinidad de especies, desde ballenas boreales hasta invertebrados como la medusa ártica, candidatas a desaparecer con el calentamiento. No son los únicos damnificados. Este año, el casquete polar ártico fue 1,81 millones de kilómetros cuadrados menor que el promedio de los últimos 40 años. Los osos polares se ahogan en vanos intentos de cazar focas; los caribúes alteran sus migraciones; el agua de los arroyos que beben los inuits transporta ahora bacterias que los enferman.
El avance del temido calor
Se calcula que en el Ártico la temperatura aumentará entre 3 y 7 grados a finales de este siglo. El permafrost, la capa helada bajo la tundra ártica, se deshelará liberando grandes concentraciones de metano. Los bosques se expandirán hacia el norte. Donde ahora hay hielo habrá bosques oscuros que captarán calor.
Bucear al límite
El hielo de un témpano roto adherido a la base del iceberg crea una escultura espectacular. El buceo bajo masas de hielo inestable es muy peligroso. Se calcula que de aquí a 2100 el deshielo provocará un ascenso de la línea de mareas de entre 10 y 90 centímetros. El equipo de UTP ha realizado un largometraje y una serie de televisión.
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