Seis cosas arriesgadas que debe dejarles hacer a sus hijos
1 1. Explorar las alturas. Trepar y colgarse son actividades de alto 'voltaje'. Exigen gran esfuerzo y concentración. Al fin y al cabo, somos monos acróbatas. Aprender a caer es liberador.
2 2. Manejar herramientas. Cuchillos, tijeras, martillos, hachas, taladros... Manipular objetos potencialmente peligrosos no solo estimula la motricidad, también fortalece la autoestima.
3 3. Asomarse al peligro. Jugar cerca de un fuego, grandes masas de agua, un barranco... activa las regiones cerebrales que mantienen la alerta y obliga a evaluar riesgos antes de tomar decisiones.
4 4. Pelear. Los juegos violentos son actividades socializadoras de los mamíferos que regulan la agresividad para no hacer daño. Simular una pelea de 'espadachines' con palos desarrolla la cooperación.
5 5. Coger velocidad. Ir en bici, patines o correr muy rápido benefician el desarrollo motor, el equilibrio y la percepción del espacio. Perseguir y escapar son experiencias fundamentales del ser humano.
6 6. Caminar solos. Explorar es instintivo. Implica tomar las riendas del destino propio y 'vacuna' contra la ansiedad. Aprender a orientarnos es tan importante como controlar el miedo cuando nos perdemos