Qué nos pasa y qué buscamos al besarnos. Radiografía del beso. Por P.G./Foto: Cordon
Hacia la derecha
Al besarse, dos tercios de las personas inclinan la cabeza hacia la derecha. Un estudio afirma que, antes de nacer, la cabeza de los bebés está ladeada hacia el mismo lado.
La inteligencia emocional
El placer pasa rápidamente de los labios al córtex, responsable de la emoción, que ordena al cuerpo la producción de las hormonas correspondientes.
Revolución hormonal
La producción de cortisol, ‘la hormona del estrés’, disminuye mientras la oxitocina -la ‘del amor’ aumenta. También las del bienestar y el humor: la dopamina y la serotonina.
Punta de lanza
La lengua masculina tiene testosterona. Inconscientemente, ellos buscan transferirla a las mujeres (para despertarles el apetito sexual) y descifrar su carga genética, medir su nivel de estrógeno y calcular su grado de fertilidad.
¿Un buen padre?
Ellas utilizan el beso para verificar el sistema inmune de su posible pareja, si se cuida o no.
Cuestión de piel
La adrenalina aumenta y, con ella, la frecuencia cardiaca y la circulación de la sangre, que oxigena más el cuerpo en beneficio de la sensibilidad de la piel. Un beso de diez segundos quema 15 calorías. Además, se activan 29 músculos del rostro, el cuello y los hombros.
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