El despacho de Stephen Hawking
Su despacho en el departamento de física teórica en la Universidad de Cambridge se ha quedado definitivamente vacio. En este lugar el genial astrofísico desarrolló algunas de las teorías que han cambiado nuestra percepción del universo. El despacho, sencillo y no diferente del resto de profesores, giraba en torno a una mesa pequeña que permitía mover cómodamente la silla del profesor Hawking y que hubiese alguien cerca para asistirle.
Una estantería llena de recuerdos
Lleno de libros, fotos y recuerdos, entre los estantes del despacho quedan las simpáticas felicitaciones de los equipos de Los Simpson y The Big Bang Theory, series con las que había colaborado y que reconocía disfrutar como espectador.
Un lugar para debatir con sus estudiantes
En este espacio se reunía diariamente con los estudiantes bajo su tutela. Sentados en el sofá debatían sus ideas y planteamientos con Hawking. A pesar de sus dificultades para comunicarse, le encantaban estos encuentros y debates.
La pizarra de Hawking
En la pizarra de su despacho quedaban algunas propuestas de sus alumnos -«las que se pueden ver», bromeaban sus colaboradores. En esta época tecnológica no deja de sorprender que el Centro de Física aplicada esté lleno de pizarras y tizas. Lo mismo que el hecho de que los estudiantes, aunque todos provistos de sus ordenadores, garabateen sin cesar sobre papel.
Puerta de salida
La puerta del despacho se ha cerrado tristemente, dejando dentro un montón de recuerdos, muchos de los cuales le gustaba enmarcar al profesor Hawking. Y junto a la puerta, por fuera, queda su cita favorita: «Recuerda mirar hacia las estrellas y no a tus pies. Trata de darle sentido a lo que ves y pregúntate qué hace que el universo exista. Sé curioso».
Entramos en el despacho privado de Stephen Hawking en la Universidad de Cambridge, el lugar donde este genio de la astrofísica desarrolló algunas de las teorías que han cambiado nuestra percepción del universo. Por Ana Tagarro.
También te pueden interesar estos artículos sobre Stephen Hawking
Stephen Hawking y Slava Mukhanov: dos de las mentes más brillantes del planeta
Stephen Hawking: «Si queremos alcanzar las estrellas debemos sobrevivir como especie»