El gran reto del último rodaje de ‘Juego de tronos’

El choque entre los caminantes blancos y ‘los vivos’ ha sido el gran reto del último rodaje de Juego de tronos. Un capítulo entero que se rodó a lo largo de tres meses: 55 noches en el set de Invernalia y varias semanas en los estudios Titanic. Por F. G.

Una confrontación de duración superior a los 40 minutos de la batalla del abismo de Helm, de El señor de los anillos: las dos torres, la más larga del cine. «Es algo sin precedentes –dice Bryan Cogman, productor ejecutivo, a Entertainment Weekly–. Hay una mezcla de géneros dentro de la batalla con secuencias dentro de secuencias que incluyen otras secuencias».

La creación de semejante monstruo fílmico, un capítulo entero, requirió 55 noches en el set de Invernalia, muy por encima de los 25 días de la memorable Batalla de los Bastardos de la sexta temporada, y varias semanas más en los estudios Titanic de Belfast, con 750 personas implicadas. En palabras de Peter Dinklage, Tyrion Lannister en la serie: «La Batalla de los Bastardos a su lado fue un parque temático».

Abunda en ello Rory McCann (Sandor Clegane, alias El Perro): «Todos rezamos para que algo así no vuelva a repetirse». Y así lo vivió Iain Glen, de 57 años, en la piel de Ser Jorah Mormont: «Te acostabas a las siete de la mañana, te despertabas sin fuerzas y de nuevo a rodar. Éramos un puñado de actores hechos mierda, quizá por ello rezuma el tono perfecto para Juego de tronos».

Maisie Williams (Arya Stark), 36 años más joven que Glen, agradeció participar en algo semejante tras siete temporadas vagando en solitario por Poniente para convertirse en una asesina. «Me perdía las batallas todos los años. Esta ha sido la primera para mí. Y estoy metida hasta el fondo en ella».

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