El amor las alejó de su tierra, Japón, hace más de medio siglo. Allí, sus maridos norcoreanos eran discriminados y ellas decidieron acompañarlos de regreso a Corea del Norte, en un masivo programa de repatriación tras la guerra de Corea. Y quedaron atrapadas. Una fotógrafa japonesa recoge ahora sus historias y evita que se pierdan para siempre. Por Noriko Hayashi/Panos Pictures/Contacto
Hayashi, de 35 años, visitó Corea del Norte once veces en la última década. Estas entrevistas se realizaron en presencia de los guías e intérpretes norcoreanos que le asignaron. Ante ellos la fotógrafa dice no haberse sentido demasiado intimidada.