Apóstoles, profetas, discípulos, ángeles y demonios aparecen en el Pórtico de la Gloria. La figura sedente de Santiago el Mayor, el patrón de la catedral, está en el parteluz. Lleva su báculo o muleta del viajero y un pergamino en el que está escrito «Misit me Dominus» (‘Me envió el Señor’)
Se cree que podría representar a san Andrés. Lo extraño es que esta cabeza es de mármol. se ha descubierto al desprenderse la policromía. El resto del pórtico (excepto el parteluz) es de granito.
Cuando se terminó el pórtico, en 1188, se veía bien desde lejos gracias al brillo de su policromía. El color se ha ido borrando con el tiempo. Tras la restauración y la limpieza parecerá que el pórtico se ha repintado, lucirá mucho más colorido, pero no será así porque no lo permite la ley. Aquí se aprecia el antes y el después de la limpieza.
Los 24 ancianos de los que habla el libro del Apocalipsis afinan los instrumentos con los que entonarán el canto de la Gloria. Los instrumentos están tan bien retratados que se han podido reproducir en madera y utilizarlos en conciertos. Así se descubrió que una de las arpas está invertida, de modo que solo la podía tocar un zurdo.
La del profeta Daniel en el pórtico de la Gloria es la primera sonrisa del románico. ¿Por qué se ríe? Según la sabiduría popular, porque tiene enfrente a la exuberante reina de Saba.
Puede ser Esther o la reina de Saba. El maestro Mateo la esculpió voluptuosa, pero un arzobispo, escandalizado, ordenó que se le rebajara el pecho. Dicen que por eso el queso de tetilla tiene esa forma.
Aplicado en la escritura, conserva la policromía mejor que otras.
Los demonios se comen la cabeza de quienes pecaron con ella. envidiosos, orgullosos
El glotón debe morder una empanada, pero no la puede tragar porque tiene el cuello estrangulado
Las serpientes muerden el pecho de los lujuriosos
Los avaros están maniatados
El maestro Mateo se esculpió en la espalda del parteluz
