Mao, la estrella pop

El Museo Picasso de Málaga acoge más de 400 obras de Andy Warhol, la retrospectiva más completa del iconoclasta norteamericano. Por Suzana Mihalic

El autor: Andy Warhol (1928, Pittsburgh, EE.UU.-1987, Nueva York, EE.UU.)

El niño que dibujaba en la cama

Fue el tercer hijo de un matrimonio eslovaco que emigró a Estados Unidos. A los ocho años, una enfermedad del sistema nervioso que causa movimientos incontrolados y desórdenes en la pigmentación de la piel lo postró en una cama parte de su infancia. Desde ella empezó a hacer todo lo que haría el resto de su vida: dibujaba, oía la radio y coleccionaba imágenes de estrellas de cine que colocaba a su alrededor. Él mismo definió esta etapa como clave en su desarrollo. Fue artista plástico, cineasta y figura crucial en el nacimiento del pop art.

Andy Warhol (1928-1987) / Mao

1. El contexto: Nixon tuvo la culpa…

La composición con la imagen del dictador Mao Zedong nace como respuesta al polémico viaje que realizó a China el presidente de los Estados Unidos Richard Nixon en 1972. El rostro de Mao aparece en un primer plano, en una vista frontal, con una mirada muy desafiante. El fondo, monocromo y totalmente plano, sin perspectiva ni horizonte, hace que el rostro resalte aún más.

2. Inspiración: la propaganda maoísta

Como inspiración, Warhol tomó como base el cartel oficial de Mao que colgaba de todos los edificios de Pekín: su rostro es de los más reproducidos del mundo. El típico uniforme verdoso aquí está representado en azul, color que en la cultura china significa curación, confianza y larga vida. Es una ironía teniendo en cuenta que, bajo su régimen de terror, murieron más de 300 millones de personas.

3. La serie: un dictador inacabado

Fue Warhol personalmente quien imprimió y pintó los cuadros de esta serie. Se trata de una propuesta pop muy warholiana, que incluye la idea de la repetición que tanto lo identifica. De sus once representaciones de Mao dejó una sin pintar; nueve las pintó a mano sobre la impresión; y esta, perteneciente a la Colección Suñol, la pintó con una gran carga pictórica, dejando bordes en blanco a modo de obra inacabada.

4. Los ojos: ensangrentados

El pintor quería convertir al líder comunista en un producto de consumo de las masas capitalistas y transformar a un gran opresor de la libertad de expresión en un símbolo de la libre expresión artística. El artista cometió así la osadía de pintar a Mao con estos ojos rojos, demoníacos, que parecen ensangrentados como si fuera una alusión a sus víctimas. Toda una provocación.

5. La técnica: explosión de color

Warhol pinta sobre el rostro de Mao con enérgicas y expresivas pinceladas de una manera que recuerda la caligrafía de la pintura china. Utiliza acrílico, óleo y tinta serigráfica sobre una tela de gran formato. La pastosa aplicación de la pintura indica que aplicó el óleo sobre la mejilla y el pecho, donde el azul es más oscuro. Logra convertir un cartel gris en la explosión de color que lo caracteriza.

6. Mao: estrella pop de lascivos labios rojos

Mao parece salir de una sesión de maquillaje que transforma la autoritaria apariencia de estadista maduro en una imagen sorprendentemente travestida, con lascivos labios rojos, mejillas coloreadas y párpados sombreados. De este modo, Andy Warhol transforma al dictador comunista en lo que podría ser una vedette o en un personaje de un teatro chino. En definitiva, convierte al líder asiático en una nueva estrella contemporánea.

PARA SABER MÁS

Museo Picasso de Málaga. Warhol. El arte mecánico. Hasta el 16 de septiembre de 2018.

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