Entramos en la sede central de la Agencia Estatal de Meteorología. De aquí salen partes y predicciones fundamentales para la agricultura, el turismo, la navegación aérea, Protección Civil, Salvamento Marítimo, el Ministerio de Defensa… e incluso una boda real. Texto y fotos: Daniel Méndez
Estamos en la sede central de la Agencia Estatal de Meteorología, organismo dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Cada día, a las 9:50 de la mañana tiene lugar una reunión en el centro nacional de predicción: aquí, entre mapas de isobaras y modelos informáticos, se trabaja las 24 horas del día y, en un briefing que dura unos 20 minutos y donde se conectan por videoconferencia las distintas unidades territoriales de la agencia, se produce el cambio de turno del personal y se establece un repaso a lo ocurrido a nivel meteorológico durante el día anterior. Además, se analizan las predicciones para ese mismo día y los siguientes.
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Aemet hace cada año 4000 predicciones a nivel estatal y 40.000 para las comunidades autónomas
La jefa de turno hoy es Felisa Aguado Martín. Ella lleva la voz cantante. «Se esperan precipitaciones en todo el arco sureste de la Península. Habrá que estar atentos por si hay que salir en algún momento con un aviso. En cuanto a la aeronáutica, desde Valencia, por favor». Y toman la palabra desde la Oficina de Vigilancia Meteorológica de Valencia, encargada de elaborar el mapa significativo -que sirve de guía para la navegación aérea- para la Península y Baleares.
Reciben miles de datos desde 100 observatorios, 2330 estaciones pluviométricas, satélites, barcos…
En este edificio ubicado en el campus de la Universidad Complutense de Madrid se coordina el trabajo de los verdaderos ‘hombres (y mujeres, por supuesto) del tiempo’: más de 1200 personas que trabajan tanto en esta sede central como en sus 17 delegaciones territoriales y en otros centros, como las oficinas meteorológicas de los aeropuertos, el Observatorio Meteorológico de Izaña (Tenerife)… El suyo es un trabajo de responsabilidad que, además de generar la información meteorológica que consume el ciudadano de a pie, provee información fundamental para la navegación aérea y marítima, para Protección Civil y Salvamento Marítimo o para el Ministerio de Defensa, entre otros.
Momentos de tensión
«Con la meteorología ocurre como con la cocina o el fútbol: todo el mundo opina», cuenta entre risas Alicia López Rejas, jefa del Centro Nacional de Predicción de Aemet. «A veces ves en vigilancia que las tormentas o el viento están siendo más fuertes de lo previsto. Tienes que decidir si comunicas una alerta o no, si crees que va a ser un fenómeno pasajero… Son momentos más tensos, donde uno opina una cosa; otro, otra».
Hubo revuelo cuando la agencia ofreció un servicio -de pago- a cofradías sevillanas en Semana Santa
El objetivo es que no sea una cuestión de opinión. Para lograr el máximo nivel de certeza en unos fenómenos complejos y difíciles de predecir, hace falta ante todo una cosa: datos. Abundantes y fiables. Provienen de los cerca de 100 observatorios propios, de más de 800 estaciones automáticas, de las 2300 estaciones pluviométricas atendidas por colaboradores voluntarios, radares, satélites, sensores a bordo de aviones y barcos, de los organismos internacionales que comparten su información con otros países…
Cada día se reciben unos 400.000 mensajes en la agencia, cada uno de ellos con distintos datos: termodinámicos, de presión atmosférica, humedad o calidad del aire… Para convertirlos en información manejable e interpretable, hace falta un potente equipo informático que genere unos modelos que sirvan de base para el trabajo de los predictores. El responsable de este arduo trabajo es el superordenador BULL DLC B700, con una potencia final de hasta 168 teraflops…
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Es el tercero más potente de España. Hace una ‘fotografía’ del estado de la atmósfera en España cada 15 minutos
Es el tercer superordenador más potente de España (los otros dos están en el Barcelona Supercomputing Center y en el Centro de Supercomputación y Visualización de Madrid, de la Universidad Politécnica de Madrid). De sus tripas sale una ‘fotografía’ del estado de la atmósfera en España cada 15 minutos. Una información recibida y procesada casi en tiempo real. Y fiable. «Las verificaciones nos dicen que los resultados son cada vez mejores», cuenta Jesús Montero, jefe del departamento de producción de Aemet.
Polémicas y dinero
«Los modelos meteorológicos tienen una resolución cada vez mayor, y resuelven fenómenos que antes solo se podían resolver por aproximaciones». Para entender el concepto de ‘resolución’ en términos meteorológicos, imaginemos que la Península Ibérica está marcada por una rejilla, con cuadrados de una longitud de 2,5 kilómetros. Hasta este nivel de detalle son capaces de aproximarse en la Agencia Estatal de Meteorología. Se dice pronto.
Se trabaja por turnos para cubrir las 24 horas del día. Están conectados con estaciones y centros repartidos por toda España.
De aquí salen cada año 4000 predicciones a nivel estatal y 40.000 predicciones para las comunidades autónomas; 30.000 avisos de fenómenos meteorológicos adversos; 3000 predicciones para zonas de alta mar y otras tantas para alta montaña; 15.000 para zonas cercanas a la costa; 20.000 específicas para Defensa…
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Rafael Vicente Merino. Técnico superior en comunicaciones informáticas. «Me ocupo de la comunicación con las estaciones, de la reparación de equipos de radiación, de los seguidores solares… Además, doy apoyo al equipo científico español en la Antártida».
En sus predicciones hay también mucho dinero en juego. Una alerta por nieve equivocada supondrá un esfuerzo -y una inversión- en balde. Hay momentos en que la información es especialmente sensible. Un aviso por lluvias en Semana Santa puede provocar una desbandada de turistas… Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, ha sido especialmente duro con la agencia. La Asociación de Hostelería y Turismo de Asturias también ha arremetido contra el alarmismo creado por las predicciones.
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Ana Díaz. Jefa de servicio de redes especiales y vigilancia atmosférica «Me encargo de las redes que no son las convencionales de meteorología. Es decir, todo lo que tiene que ver con radiación solar, aerosoles, el ozono atmosférico, la contaminación de fondo…».
Otro tema delicado ha sido el ponerle precio a un servicio público. ¿Puede cobrar la agencia por los datos que ofrece? Sí y no. La mayor parte de su información es gratuita y, de hecho, hay una apuesta por poner los datos a disposición de otros usuarios, para la investigación científica, para aplicaciones móviles…
«La radiación es uno de los parámetros más importantes de la predicción porque toda la atmósfera se mueve por la radiación que llega a la Tierra desde el Sol»
Pero, por ejemplo, hubo mucho revuelo entre las hermandades y cofradías sevillanas la pasada Semana Santa cuando Aemet anunció que este año ponía en marcha, por primera vez, un servicio de consultoría personalizado para ellas, con un predictor especializado, atención telefónica las 24 horas y a un precio de 50 euros al día. Arreciaron también las críticas por este lado. Nunca llueve a gusto de todos.
ALICIA LÓPEZ REJAS Jefa del Centro Nacional de Predicción
Pasamos momentos críticos en los que se vive tensión. Un parámetro muy delicado es la cota de nieve. El margen de error que tenemos está entre 100 y 200 metros. Es más que suficiente en un sistema montañoso. Pero en una capital es más delicado. En Madrid, si se pone a nevar a las ocho de la mañana un lunes y no has avisado, ¡puede ser terrible!
Otro momento delicado fue el día de la boda de Felipe y Letizia, en mayo de 2004. Coincidieron varias circunstancias climatológicas que hacían muy difícil dar una predicción precisa para ese día. Barajamos varias opciones y dimos una probabilidad elevada de precipitaciones… ¡y llovió muchísimo! Todo el mundo estaba muy disgustado, salvo nosotros. ¡Aquí hubo aplausos! Porque habíamos acertado en la predicción».
PARA SABER MÁS
Página web oficial de la Agencia Estatal de Meteorología.
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