La clave es que el cohete rosa no se ponga rojo. Eso busca esta prueba en el túnel de viento de la NASA. Por Fátima Uribarri
El motivo: cuando un cohete real lleva una nave espacial a la órbita, es sacudido por un caótico flujo de aire. A altas velocidades, eso crea grandes fuerzas de presión sobre el vehículo que cambian velozmente de intensidad y dirección. En este vuelo simulado en el túnel de viento, los expertos pueden calcular las cargas de presión que recibirá un cohete real y, corrigiendo su diseño, minimizar los impactos en su lanzamiento. El secreto de esta técnica: una nueva pintura sensible a la presión, llamada Unsteady PSP. Es rosa en origen, pero ante flujos de alta presión emite un brillante tono carmesí.
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