El radiotelescopio más grande del mundo: el ojo de China en el universo

Tras el colapso del radiotelescopio americano de Arecibo, China permite utilizar a los extranjeros su receptor gigante de señales del espacio. El más potente del mundo. Por Fátima Uribarri /Fotos: Cordon

• El mapa de un universo violento

El radiotelescopio de plato único más grande del mundo -mide 500 metros de diámetro- ya puede ser utilizado por científicos que no sean chinos. En diciembre de 2020 colapsó el histórico radiotelescopio de Arecibo (situado en Puerto Rico) por fallas en su estructura. Como consecuencia de ese desplome, desde hace unos días, los extranjeros podrán manejar el receptor gigante de señales del espacio ubicado en el suroeste de China, aunque solo dispondrán de acceso al diez por ciento de su capacidad de observación.

El resto es para China, que lo terminó de construir en 2016, desplazó a diez mil habitantes de la zona para emplazarlo e invirtió 170 millones de euros en levantarlo. Están prohibidas las emisiones radiofónicas en un radio de cinco kilómetros. Busca señales de vida extraterrestre y hay que evitar interferencias. FAST (Five-hundred-metre Aperture Spherical Telescope) está dotado con 4450 reflectores. Y es capaz de observar al mismo tiempo hasta 19 puntos del universo. Con este nuevo radiotelescopio -el más potente y sensible del mundo- se podrán captar señales de estrellas, galaxias o agujeros negros.

Esta antena gigante, la más potente y sensible, permite rastrear indicios de vida inteligente en el universo

Entre sus objetivos está la búsqueda de nuevos púlsares, y desde 2016 ha hallado más de cien de estas estrellas de neutrones que emiten una radiación intensa, con los que se puede analizar la evolución de las estrellas. FAST también permite estudiar la distribución del hidrógeno en el universo, indagar las regiones del cielo donde se han captado exoplanetas, estudiar las ondas gravitacionales y rastrear indicios de vida inteligente en el universo.

Deslices de James

Tras estar casi 60 años en activo, el radiotelescopio de Arecibo (Puerto Rico) ha quedado fuera de combate. La Fundación Nacional de Ciencia (NSF) ya había anunciado que lo iba a desmantelar por fallos estructurales, pero en diciembre se rompieron los cables que sostenían parte de la estructura y ha quedado hecho añicos.

Lo visitaban cien mil turistas al año. También ha estado allí James Bond, deslizándose en plena lucha sobre su plato gigante en GoldenEye. Los radiotelescopios son muy atractivos. Uno de los primeros lo construyó el ingeniero Grote Reber, en 1937, en el patio de su casa en Wheaton (Chicago): tenía 9 metros de diámetro y no captó nada. Luego, en 1944, Grote Reber fue autor del primer mapa de radio de la Vía Láctea.

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