Ficciones mezcladas con realidad, anhelos universitarios que nos hacen viajar a los años 30 y argumentos tan de actualidad como un confinamiento, son algunas de las lecturas que nos acompañan esta semana. Por Fátima Uribarri
Sueño americano
Gran narrador, observador y viajero atento… John Steinbeck es uno de los grandes. Lo que cuenta en El autobús perdido (Nórdica) es ficción y es real: retrata las decepciones del Estados Unidos de la posguerra.
Encierro
El confinamiento da juego literario. Ahora lo aborda Anne Tyler, ganadora del Premio Pulitzer. Explica cómo la obligación de quedarse en casa vuelve del revés a un hombre de vida solitaria y hábitos cartesianos en Una sala llena de corazones rotos (Lumen).
Revancha
Mary McCarthy retrata en El grupo (Impedimenta) los anhelos y sinsabores de ocho universitarias, con vivencias parecidas a las suyas, en los años treinta y cuarenta. Y, de paso, mete el dedo en el ojo de las convenciones sociales de la época.
Viena, 1933
El británico Christopher Isherwood vivió en Alemania el ascenso de Hitler. Lo contó en una obra memorable: Cabaret. En la novela La violeta del Prater (Acantilado), ambientada en Viena, en 1933, sobresale de nuevo por su sagacidad. Y aparece él mismo como uno de los personajes…