La purga de ‘El juego del calamar’ en la noche de Halloween

Quedan pocos días para Halloween y el traje rojo de la serie de moda ya se alza como claro favorito entre los disfraces de la noche de los difuntos. Por Isa Espín

Los encapuchados de El juego del calamar ya reinan en todos los escaparates online de las tiendas de disfraces, tanto para adultos como para niños, lo que ha provocado una gran polémica en redes sociales. Algo que no sorprende tras conocer que las ventas de Vans blancas –utilizadas por la autoridad en la serie- se dispararon escandalosamente. Pero… ¿por qué esta negativa hacia la serie coreana cuando disfraces como el de Feddy Krueger han sido una constante año tras año?

La serie fue desbancada en visionados –tras el rotundo éxito que rompió todos los récords desde su estreno en Netflix- por la tercera temporada de la serie You, pero el icónico traje rojo está lejos de desaparecer, y si no que se lo digan a las máscaras de La casa de papel que dieron la vuelta al mundo hasta convertirse en un símbolo de la revolución.

Las películas sobre futuros distópicos no son nada nuevo, las plataformas de streaming se han lucrado de ellas durante años con títulos tan famosos como Los juegos del hambre, la saga Divergente; con series como Alice in borderland y otras ya clásicas como La Purga o The cube. Sin olvidar la producción española El hoyo, de Galder Gaztelu-Urrutia, que también dio mucho que hablar.

El disfraz de la serie ‘El Juego del Calamar’ está siendo uno de los mas demandados de cara a la fiesta de Halloween.

La historia surcoreana, sin embargo, ha dado ya más de un problema. Tras la proliferación de una estafa en forma de tarjetas que simulan las de la famosa serie con un código QR en el reverso, la policía ha publicado un aviso en el que insiste: “Si escaneamos un código y no sabemos si es de confianza puede llevarnos a sitios infecciosos y poner en peligro nuestros dispositivos. Desconfía si aparecen en solitario y colgados en sitios públicos”.

El hecho de mezclar juegos infantiles con asesinatos masivos es lo que ha encendido la alarma ya que acerca la serie de forma significativa al público infantil. Las asociaciones de padres han puesto el grito en el cielo y varios colegios han prohibido el uniforme surcoreano durante las fiestas.

Por su parte, las autoridades no dan abasto, se preparan para una noche que se presenta larga y nos advierten que la responsabilidad de cualquier acto violento bajo la protección de estas máscaras recae directamente sobre los padres, y, en algunos casos, puede constituir un delito de amenazas o incluso lesiones.

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