Las vías por las que llegaban los trenes cargados de prisioneros hoy discurren por parcelas particulares y jardines. Una estampa dantesca del horror imborrable de Auschwitz. Por José Segovia / Fotos: Félix Adler
En este lugar fueron asesinadas 1.100.000 personas, un millón de ellas eran judías. No contento con exterminarlas, el reichsführer Heinrich Himmler buscó la manera de que algunos presos colaborasen en el esfuerzo de guerra antes de ser ejecutados. Tras estudiar la situación de los campos de concentración diseminados por el Imperio nazi, consideró que Auschwitz-Birkenau era el único capaz de aunar el trabajo de los presos con el genocidio. Cerca de diez mil prisioneros fueron destinados a la fábrica I. G. Farben. Aquí mandaba Irma Geese, la más sádica de las nazis, era la responsable de la selección de mujeres para las cámaras de gas en Auschwitz.