Tutankamón, una momia para cien teorías de la conspiración

La reconstrucción del faraón Tutankamón en 3D a partir del escáner de la momia y las pruebas de ADN muestra a un joven de 1,65 metros de altura con múltiples problemas físicos, posiblemente derivados del incesto a través de las generaciones. Por Ana Tagarro

Zahi Hawass: 'Británicos y alemanes son unos ladrones. ¡Nos tienen que devolver la piedra Rosetta y a Nefertiti!'

Nadie sabe tanto de tumbas y momias como el egiptólogo Zahi Hawass. A los 72 años, el que fuera máximo responsable de las antigüedades de su país aún espera sorprender…

¿Un golpe criminal?

La momia tenía un golpe en la cabeza que impulsó la teoría del asesinato. Los escáneres han demostrado que solo fue un agujero usado para la momificación.

Mal embalsamado

La momia tiene gran parte de los huesos de la parte superior fracturados, pero se rompieron al quitar la máscara mortuoria. La momificación, que duraba 70 días, se hizo de forma precipitada, en menos tiempo del necesario, y por eso la máscara estaba adherida. Carter llamó a los mejores expertos británicos para quitarla sin dañar la momia, pero al final hubo que usar la fuerza.

Una cabeza extraña

Tutankamón tenía una deformación en la cabeza. Podía ser intencionada; en algunas culturas se forzaba la forma por razones estéticas cuando eran bebés.

Pero los expertos se inclinan por que fuese una patología, que también tuvo su padre.

El faraón sin corazón

Uno de los datos llamativos es que la momia de Tutankamón no tiene corazón (normalmente se quitaban todas las vísceras para momificar, pero se dejaba el corazón).

Se especula con que estuviese destrozado como consecuencia de que un carruaje le hubiese pasado por encima en un combate.

Trastorno hormonal

Tutankamón tenía las caderas anchas y ginecomastia (mamas grandes) debido a un trastorno hormonal. Algunas esculturas de su tumba con esas formas dieron lugar a la teoría de que la tumba era en realidad para una mujer, quizá su hermanastra Meritatón, que pudo aspirar a gobernar al ser la primogénita. Pero era algo genético: al padre de Tutankamón se le representaba con las mismas formas femeninas.

El pie zambo

Tenía un pie deformado, lo que explica que en su tumba apareciesen 130 bastones. También tenía escoliosis y sufrió malaria. Eso, junto con una herida en la rodilla, avalan el accidente como causa de la muerte.

La exposición ‘Tutankamón, la tumba y sus tesoros’ se podrá visitar en Ifema en Madrid entre el 23 de noviembre y el 19 de abril

Te puede interesar

Egipto en cinco minutos (y en cinco faraones)

Descubrimiento de la tumba de Tutankamón: lo que tuvo que ser aquel momento…

"conocer"