Frases de Franz Kafka

Frío en el cara a cara, apasionado en las cartas. Imagen externa de hombre agradable y trabajador que escondía una personalidad neurótica. Un 3 de junio de 1924, la vida de Franz Kafka se apagó. Lo recordamos con algunas de sus frases.

Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa, se despertó convertido en un monstruoso insecto.

La metamorfosis

La avaricia es sin duda una de las señales más auténticas de una profunda pena.

Carta al padre

Hay dos clases de lucha. La lucha caballeresca en la cual se miden las fuerzas de dos adversarios independientes, aquella en que cada cual permanece solo, pierde solo y  vence solo. Y la lucha del parásito, que no sólo pica sino que además, para conservar su vida, chupa la sangre también.

Carta al padre

Nada tengo en la mano, todo está en el tejado, aún así, tan decisivas son las condiciones de la lucha y las necesidades de la vida, debo escoger la nada.

Carta al padre

No me hable más del peligro que corro; sólo temo el peligro cuando quiero temerlo.

El proceso, III

Por supuesto, no es necesario volar al centro mismo del sol, pero sí es necesario arrastrarse hasta un lugarcito aseado donde llegue a veces el sol y donde uno pueda calentarse un poco.

Carta al padre

A menudo, es mejor estar encadenado que ser libre.

El proceso, VII

Cuando se tiene la fuerza de mirar las cosas incesantemente, sin parpadear, por así decirlo, se ven muy bien; pero si se relajan, si se cierran una velos párpados, todo se pierde al instante en la oscuridad

El Castillo

La naturaleza sigue su curso, no puede remediarse, contra más te he conocido más te he amado, contra más me has conocido tú a mí, más insoportable me he tornado para ti.

Carta a Felice, 27-5-1913

Los besos por escrito no llegan a su destino. Se los beben por el amino los fantasmas

Cartas  a Milena

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