Naturaleza inédita: las nuevas especies

1 ROSTRO MUY HUMANO. Lo que lo hace casi humano son los ojos. El Cercopithecus lomamiensis es el segundo tipo de mono descubierto en 28 años. En la República Democrática del Congo sí lo conocían (y se lo comían) cuando los científicos se toparon con él en 2013 en un mercado de carne. Es más fácil escucharlo que verlo (recibe los amaneceres con gritos estruendosos) y los machos tienen una calva azulada en las nalgas.
2 FRÁGIL MASCOTA. Da miedo y, sin embargo, es vulnerable. quedan pocas. Esta tarántula azul iridiscente vive en unas montañas de Brasil, en un clima muy lluvioso. Dieron con ella en 2012. Está en peligro porque su hábitat se va reduciendo y porque las cazan para tráfico ilegal de animales 'domésticos'.
3 RAPE CON LINTERNA. El Lasiognathus dinema vive en el golfo de México, a más de mil metros de profundidad en total oscuridad. Para cazar, utiliza su percha, que proyecta luz bioluminiscente y también le sirve de cebo. Investigadores de la Universidad de Washington hallaron esta especie de la familia del rape en 2015. Capturaron tres hembras, de entre 3 y 9,5 cm. 
4 PEZ RANA PSICODÉLICO.El Histiophryne psychedelica es el único pez rana con cara plana. Se encontró en Indonesia en 2009. Su apellido 'psicodélico' viene de su estampado de anillos concéntricos y rayas que lo cubren por entero.
5 MINERA E INOFENSIVA. La encontraron en 2012 en los bosques lluviosos de Panamá. Se alimenta de caracoles, lombrices, babosas y huevos de anfibios. Es inofensiva: para sobrevivir se disfraza tomando los colores de la serpiente de coral, que sí es venenosa. Como vive cerca de las minas de la serranía de Tabasara, la bautizaron como Sibon noalamina.
6 BAMBI COMESTIBLE. Se llama Philantomba walteri, es un antílope pequeño africano descubierto ¡en 2011! en un mercado de carne. Es sorprendente: su carne es de consumo habitual en países como Benín, y este antílope no estaba clasificado. Debe su apellido científico al experto en mamíferos africanos Walter N. Verheyen.

Solo conocemos dos de los diez millones de especies que hay en el mundo, incluidos animales, plantas y bacterias. Cada año se descubren veinte mil nuevas. Por Fátima Uribarri

Había que ser experto espeleólogo y muy delgado para poder atravesar los estrechos pasos (de solo 25 cm) para acceder a la última cámara de la red de cuevas Rising Star, en Sudáfrica. Lo consiguieron Rick Hunter y Steven Tucker en 2013 y hubo premio gordo: encontraron fósiles del Homo naledi, un homínido desconocido. El Homo naledi es una de las nuevas especies halladas.

Cada año se descubren unas veinte mil nuevas especies. Ha leído bien: veinte mil. No son muchas si se tiene en cuenta que conocemos solo dos de los diez millones que existen. El Instituto Internacional para la Exploración de Especies, creado por Quentin D. Wheeler, las registra. Antonio García Valdecasas, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales y miembro de ese instituto selecciona nueve especies para este reportaje. Él mismo ha hallado una veintena y Wheeler, más de cien.

Las encuentran en lugares remotos, bosques, cumbres, charcas, cuevas… o museos. Cuando le preguntamos al doctor Wheeler cuál es su especie favorita entre las que él ha descubierto, nos habla del escarabajo Agathidium vaderi. El apellido ‘vaderi’ se lo puso porque su cabeza le recordaba a la de Darth Vader. «Con este escarabajo viví dos momentos ‘¡ah!’ nos cuenta . El primero fue en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. Lo descubrí en un almacén. llevaba allí desde los años veinte. Lo habían encontrado en Carolina del Norte y allá me fui. Pronto hallé varios ejemplares vivos. tuve mi segundo momento ‘¡ah!’». No es tan raro descubrir novedades en los museos. «Cuando trabajaba en el Museo de Ciencias Naturales de Londres, recibí un insecto palo con el cuerpo más largo del millón de insectos conocidos. Si desconocemos el insecto más largo, ¿qué otras cosas ignoraremos?», se pregunta Wheeler.

 

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