¿Qué hacemos con tanta cápsula? El auge del café en monodosis plantea graves problemas medioambientales. Por F. G. / Fotos: Gtres y Cordon Press
Fabricar aluminio requiere mucha energía, es caro y contaminante. Es decir, el material con el que se fabrica la gran mayoría de las cápsulas de café genera problemas medioambientales. Más aún sabiendo que solo se recicla el 20 por ciento y que sus ventas crecen como la espuma.
Las cápsulas usadas se limpian y se funden en nuevos lingotes de aluminio
El aluminio -dicen los expertos- conserva el sabor, los aromas y la intensidad, pero como la mayor parte de los consumidores lo arroja a la basura, toneladas de residuos tóxicos acaban en los vertederos… o en el mar.
Apenas el 20 por ciento de las cápsulas acaban en el reciclaje
Algunas empresas tienen sus propios programas de reciclaje. Corresponde a los clientes, en todo caso, la responsabilidad de llevar las cápsulas a los puntos limpios de recogida
Hay empresas que ofrecen cápsulas rellenables, de origen orgánico o biodegradables, pero pocas. Mientras tanto, sin renunciar al glamour que ofrecen George Clooney o Robbie Williams puede ir a los puntos limpios para cápsulas de su ciudad.
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