Bioparc Valencia, un zoo del siglo XXI
Los zoos ya no son lo que eran. Ya ni se llaman así. Los bioparques del siglo XXI se orientan a la conservación y la educación para la defensa de la naturaleza. En el Bioparc Valencia, elogiado por la primatóloga Jane Goodall, viven 3000 animales de 150 especies. De ellos se ocupan 150 personas. Por Pablo Chacón
1 El rito diario de hacer la cama · Los cuidadores Joaquín Calomarde y Pablo Rech limpian el cobijo de los elefantes, un trabajo que se realiza a diario en los espacios de los ocho elefantes que habitan en Bioparc Valencia. Se recogen cada semana tres contenedores de 25 m3 de excrementos que sirven como abonos y fertilizantes. De 7 a 10 de la mañana se limpian los recintos exteriores y, a partir de las 10, los cobijos de los animales. Otra de las labores que se llevan a cabo en estos espacios cuando los animales están en los recintos exteriores es preparar las ‘camas’.
2 Menú a la carta · En el parque se consumen cada día 570 kilos de alfalfa y heno, 250 de piensos, 300 de fruta y verdura, 130 de carne y 20 de pescado. Cada animal come un tipo y cantidad distinta. Más de 100 dietas para 150 especies.
3 Control de pasaportes · El parque cuenta con una zona de cuarentena, que actualmente acoge 11 ejemplares de tortugas procedentes de decomisos. Estos animales, tras una intensa revisión veterinaria que incluye su desparasitación, permanecen controlados para garantizar su bienestar y correcto desarrollo. En la imagen, una hembra de tortuga leopardo es expuesta a una toma radiológica para observar la evolución de sus huevos.
4 Biberones para la dama · El cuidador Pablo Rech le da el biberón a una cría de gacela Mhorr, una especie conocida también como gacela dama y extinguida en su medio natural. Gracias a la coordinación internacional de diversas instituciones, ha logrado ser reintroducida en el Bioparc Valencia, que participa en más de 40 programas europeos de conservación de especies amenazadas. Aunque ya ha habido varios partos de esta especie y se han criado naturalmente, en un caso hubo que intervenir en su crianza para salvar a la recién nacida. Durante los primeros días, sus cuidadores le daban biberones compuestos por una mezcla de leche de vaca y oveja, leche evaporada y calostro de vaca hasta seis veces en 24 horas.
5 Pedicura para elefantes · El jefe de cuidadores Rubén Pardo realiza la pedicura una vez por semana a los elefantes que habitan Bioparc. Se usan limas gigantes, legras, escofinas, e incluso radiales eléctricas. Los elefantes llegan a pesar 4500 kilos, lo que quiere decir que cada una de sus patas soporta una tonelada. A consecuencia de su peso, en ocasiones tienen problemas en sus plantas y en sus uñas. pueden sufrir infecciones, abscesos y molestias dolorosas. «La experiencia con los elefantes es brutal -destaca Rubén Pardo-. Acabas formando parte de su grupo matriarcal. A mí me han enseñado a perdonar, me han enseñado nuevas formas de comunicación, aparte de su comunicación con infrasonidos. Cuanta más tranquilidad tienen, más felices son».
6 Hipopótamos con cepillo de dientes propio · El acuario de hipopótamos permite apreciar más de 20 especies de peces cíclidos de los lagos Tanganica y Malaui y facilita la simbiosis entre los enormes mamíferos y estos peces, que se alimentan de las heces, la piel y los restos del interior de la boca de los hipopótamos. «Resultó muy curioso ver cómo Nanuk, el hipopótamo que nació en Bioparc, de modo instintivo comenzó a abrir la boca para que los peces entraran en ella a limpiarla. Su padre, Raff, que nunca había disfrutado de este tipo de instalaciones multiespecie, aprendió de su hijo y ahora también realiza este ritual», explica el especialista en reptiles y aguas continentales Sergio López. En cualquier caso, el mantenimiento del acuario es primordial. Implica tres horas de buceo y se limpia tres veces por semana con un sifón.