Esta extraña criatura submarina con cara de toro asustado y aspecto florido es una babosa de mar muy curiosa. Por Fátima Uribarri
No tiene concha y es minúscula, apenas mide cinco milímetros. Su nombre es Costasiella kuroshimae, vive en aguas templadas y tropicales del Atlántico y el Pacífico y es muy espabilada. Se alimenta de algas y las digiere parcialmente para utilizar sus cloroplastos y hacer así ella misma su propia fotosíntesis. Practica la cleptoplastia, la habilidad de ‘robar’ el color a través del alimento. De ahí procede su radiante y luminoso verdor.