El ataque de la avispilla
Para los castaños es como la peste. Originaria de china, comenzó su expansión mundial hace 80 años y llegó a España hace 6. Hoy amenaza un millón de hectáreas en todo el país. Por Fernando Goitia / Fotos: AGE Fotostock
Un insecto diminuto lanza un ataque masivo y se carga de un soplo miles de hectáreas de cultivos. Así es el poder de la avispilla del castaño, una especie de origen chino cuyo tamaño no supera los tres milímetros y que mantiene angustiados a miles de productores españoles de castañas. Luchan por frenar la gran amenaza para su negocio y cuentan para ello con un aliado, un tal Torymus sinensis, devorador de huevos de avispilla que en comunidades autónomas como Galicia, nuestro líder exportador, ya ha sido liberado por miles.
El Congreso instó en marzo al gobierno a elaborar un plan de contingencia y control biológico contra la avispilla del castaño
Cerca de 800.000 de estos depredadores están siendo lanzados, de forma experimental, a los campos gallegos estos días finales de primavera en que emergen las larvas avispilleras y se ponen a tiro de su enemigo. Pero, ojo, las Torymus -importadas de Italia- no bastan para contrarrestar el ataque. España, advierten los agricultores, necesita criar por miles sus propios insectos. Un asunto que ya se discute en el Congreso, donde en marzo se instó al Gobierno a elaborar un plan de control biológico y contingencia contra la avispilla.
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