Diferencia entre el plátano de canarias y la banana
El Plátano de Canarias es una marca institucional bajo la cual se comercializan los plátanos cultivados en las Islas Canarias. De apariencia similar a las bananas de otros países, pertenecen a la misma familia: las musáceas. A diferencia de la banana, el plátano de Canarias, al ser de producción europea, cumple los estándares de control fitosanitario, medio ambiente y seguridad alimentaria de la UE, más exigentes que en otros países.
Incomible
Así queda un plátano atacado por el hongo fusarium.
Cosecha de peso
En Ecuador y Colombia, grandes productores a escala industrial, las bananas crecen durante tres meses, envueltas en un plástico que las protege de los pájaros y está bañado en insecticidas. Los racimos pesan 40 kilos al ser recogidos y son separados en manojos de entre 8 y 10 plátanos. Las zonas de corte de la planta también se rocían con desinfectantes.
Bosque de plantas
Los plataneros americanos crecen hasta alcanzar los 10 metros y de sus raíces brotan constantemente nuevos retoños. Envasadas en cajas de 18,6 kilos, las bananas reposan en una atmósfera baja en oxígeno y a una temperatura exacta de 13,2 grados, que evitan la maduración de los plátanos verdes durante el viaje a los diversos mercados.
Liberados al llegar
El almidón solo se transformará en azúcar una vez que el cargamento llegue a su destino. Para ello, la fruta será expuesta entre 4 y 6 días al gas etileno, que acelera la maduración: el plátano adquiere entonces su color amarillo y ya es apto para ser consumido.
Un agresivo hongo está acabando con las plantaciones de Asia y África. Y ahora amenaza los cultivos del mayor exportador del mundo, Ecuador. Por E. F.
Fusarium oxysporum f.sp. cubense. Así se llama el hongo extremadamente agresivo que ataca al platanero y acaba con él. Puede entrar en cualquier país, oculto en tierra contaminada o en restos de plantas. Y, si logra cruzar una frontera, dicen, ya no hay nada que hacer: enormes extensiones de plataneros serán aniquiladas. En Asia y África ya ha perecido la mayoría de las plantaciones. Sudamérica, por ahora, sigue a salvo, pero Ecuador -el mayor exportador de plátanos del mundo y en el que 2 millones de los 17 millones de sus habitantes viven de los ingresos que genera esta fruta- desinfecta ya todos y cada uno de los 400.000 contenedores que llegan a sus costas cada año.
De momento, no se aprecia una amenaza inminente para el plátano canario, que también podría ser blanco de este mismo hongo
Cualquiera de ellos podría estar contaminado. Además, los viajeros procedentes de países de riesgo deben pasar por una alfombra desinfectante antes de cruzar la aduana. la suciedad oculta en las suelas de los zapatos bastaría para propagar la plaga. El Fusarium es un hongo que ya estuvo a punto de acabar una vez con la industria platanera. Hace 60 años, la variedad de plátanos Gros Michel fue, de hecho, exterminada por la primera generación del Fusarium, conocida como TR1. Al Gros Michel lo sustituyó el plátano que hoy se consume: el Cavendish, ahora amenazado y para el que no hay un sustituto inmediato como en los años 50. A esta familia de platanáceas también pertenece el plátano canario, igual de vulnerable al Fusarium, que es, en rigor, un viejo conocido en las islas. Allí apareció en los setenta, pero, como el cultivo canario se realiza tradicionalmente en parcelas de pequeño tamaño, el hongo no logra expandirse allí tan fácilmente, tranquilizan desde la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias. Este modo de cultivo canario permite mantener de momento a raya un mal considerado hoy «secundario» en las islas.
También te puede interesar…
