Destinados a morir matando
Unos cachorros de staff americano encontrados en Normandía por la Fundación Brigitte Bardot. Estaban destinados a la pelea, otro de los negocios que fomenta la cría ilegal.
Liberando a los cachorros
Investigadores de 30 Millones de Amigos fuerzan una granja donde estaban retenidos y hacinados varios perros destinados al comercio ilegal a través de Internet.
Rotos y enfermos
Entre los perros rescatados en la macrooperación francesa estaba este cachorro,
con una herida abierta en la mandíbula. Muchos tienen enfermedades como sarna o incluso la rabia.
Un superviviente rescatado
En Francia, cada año 250.000 perros son criados clandestinamente o importados ilegalmente, un tercio del total de los vendidos.
Un cadáver en el congelador
A los cachorros que mueren en la cría ilegal los meten en las neveras para no pagar la tasa por su correcta eliminación.
A oscuras
Una casa de Loiret dedicada a la cría en condiciones insalubres. Encerrados en el salón, los perros jamás habían visto la luz del sol.
El tráfico de perros aumenta en todo el mundo. Hay traficantes de perros en todos los sectores de la sociedad. Por Daniel Méndez/ Fotos: Gaëlle Girbes
Una antigua profesora de Matemáticas tras su jubilación se dedicó a la crianza ilegal de perros en Francia. Las fotos que ilustran este reportaje son parte de esa gran redada instada por las fundaciones Asistencia a los Animales y 30 Millones de Amigos y que supuso cinco años de investigación
¿Qué se puede hacer para frenarlo?
Para poner freno a este tráfico, tanto Seprona como las asociaciones de defensa de los animales dan una serie de consejos. Solicitar toda la información sobre su origen real, pidiendo el pasaporte sanitario y la presencia ineludible del chip. Y contrastar que los datos de ambos coinciden. Que venga con las vacunas pertinentes. Controlar la fecha de nacimiento: no se puede vender si no ha cumplido los tres meses. Si es importado, hay un periodo de cuarentena para detectar posibles enfermedades. ¡Y ojo con la venta en Internet! Las asociaciones animalistas recomiendan, directamente, prescindir de esta vía de compra. Adopta, dicen, o acude a una tienda. Y pide ver al cachorro con su madre.: si no está cerca, no lo compres.
En cualquier caso, siempre debe figurar el llamado número de registro del núcleo zoológico, es decir, el centro de cría o de venta del animal. Algo que a menudo brilla por su ausencia en los anuncios en Internet. Mala señal. Y ante la sospecha, denunciar. Una casa en un pueblo con decenas de perros es sospechosa. Una furgoneta con matrícula extranjera que se detiene cada semana en la puerta de un negocio, también. Un aviso al Seprona puede ayudar a poner coto a esta práctica.
PARA SABER MÁS
Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales.
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