Producimos más de 8000 millones de toneladas de plástico y lo vertemos en mares y océanos. Somos conscientes por eso de que el pez que nos comamos puede haber ingerido microplásticos. Por Fátima Uribarri
• Comemos cada vez más plástico invisible
Lo que no sabemos es que nosotros nos los comemos de otras maneras y en otras partes. Los últimos estudios descubren que las partículas plásticas también están de manera preocupante en los ecosistemas terrestres y de agua dulce. Es más, están incluso en nuestras casas y allí nos los comemos. Según un estudio de la Universidad de Heriot-Watt, publicado en la revista Enviromental Pollution, cada día ingerimos en nuestros hogares más de cien partículas de plástico. Provienen de las fibras de la ropa o los muebles e impregnan el polvo de casa. Los ingerimos si ese polvo cae sobre nuestra comida y se pueden haber desprendido también de otros utensilios domésticos. Estamos rodeados. Ni siquiera se libra la prístina Antártida: Greenpeace ha encontrado allí, en el agua y la nieve, poliéster, polipropileno y nailon, entre otros materiales.
Te puede interesar
Esta ballena está empachada de plástico
Esta piedra es el mayor asesino de los mares