La COVID-19 ha dejado daños colaterales en nuestra salud mental y ha puesto de actualidad varias fobias. Por Raquel Peláez

1. Fatiga pandémica, la desmotivación

La OMS acuñó este término para referirse a la desmotivación y el cansancio que sentimos a la hora de cumplir las medidas de protección recomendadas. Como explica el doctor Julio Maset -médico de Cinfa-, «conlleva consecuencias como estrés, insomnio, irritabilidad, cambios de humor, problemas de concentración, angustia y ansiedad».

2. Hafefobia, huir del contacto físico

Miedo a ser tocado por otras personas. Según el psiquiatra Ignacio Vera, «se han multiplicado los casos de fobia al contacto físico por miedo al contagio y es normal porque, durante la pandemia, cualquiera podía tener el virus, con lo cual ‘los otros’ se convierten inconscientemente en un peligro y hay gente a la que le está costando retomar el contacto social».

3. Síndrome de la cabaña, temor a salir

Es un estado anímico, mental y emocional que dificulta volver a la situación previa al confinamiento y readaptarse a la situación de ‘normalidad’ representa un reto. Explica el psiquiatra Vera que es «como una especie de agorafobia, es decir, salir a la calle se convierte en algo peligroso. Se trata de un tipo de cuadros de cierto aislamiento social».

4. Rupofobia, la limpieza obsesiva

Es el miedo a la suciedad. Según mundopsicologos.com, «esta fobia puede desarrollarse en casa como consecuencia de la limpieza continua y la desinfección tanto personal como del hogar, y se extiende de manera morbosa al espacio público, lo que afecta a las formas de relacionarse con los demás».

5. Anuptafobia, miedo a no tener pareja

Las restricciones vividas durante la pandemia han llevado a muchas personas a desarrollar un miedo a no tener pareja y sentir que ese momento de entablar una relación no ocurrirá en un futuro cercano. Este tipo de fobia está a menudo originado por la presión social.

6. Demofobia, los otros como peligro

Es la fobia hacia la multitud. Después de pasar mucho tiempo en aislamiento y siempre con el miedo al contagio a la vuelta de la esquina, otra consecuencia en la psique puede ser desarrollar una forma de miedo hacia situaciones en las que se puedan aglomerar una multitud de personas.

7. Paranoidismo, negar por angustia

Puede ser una corriente sociopolítica, pero también un mal psicológico. Según el psiquiatra Ignacio Vera, «estos meses hemos visto mucho paranoidismo, como es el negacionismo: personas a las que esta situación les genera tanta angustia que al final niegan que exista. Es otra manera de defenderte».

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