La consulta El San Lucas es uno de los cinco trenes médicos, financiados por el Gobierno, para suplir las carencias sanitarias de amplias zonas de la Rusia Central y del Este
Todos los pacientes deben registrarse en uno de los vagones. La gente suele llegar a las 6.30 de la mañana. Cada parada del tren dura de media dos días. Se aprovecha cada minuto
El tren dispone de todos los aparatos necesarios para radiografías, 'cardios', tomografías... Una tecnología de la que ya no disponen los médicos rurales. Cada paciente ve a varios especialistas el mismo día
En 2016, el presupuesto de sanidad de Rusia se redujo en un 30 por ciento. Desde entonces, los trenes médicos son imprescindibles
Cuestión de confianza: los médicos ven a 150 pacientes cada día
La mayoría son mayores de 50 años. Los enfermos aseguran que se fían más de los médicos que van en el tren que de sus doctores locales
Uno de sus vagones es una capilla, en la que se han llegado a celebrar bautizos en pequeñas localidades que no tenían sacerdote propio
El tren opera diez meses al año. Hace 75 paradas. No regresa al mismo lugar hasta un año después. La fotógrafa que ha realizado este reportaje destaca la eficacia del equipo médico
El tren de San Lucas no acepta pasajeros. Solo enfermos. Es la única atención médica que reciben en todo el año miles de rusos que viven en aldeas remotas. Nos subimos a bordo de este singular hospital ambulante. Fotos: Emily Ducke

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