Los murciélagos, ¿el origen del coronavirus?
El material genético del coronavirus coincide en un 96 por ciento con el de patógenos hallados en los murciélagos de herradura, una variedad que vive en cuevas perdidas del Sudeste asiático.
Los científicos llevaban tiempo advirtiendo de la aparición de un nuevo coronavirus peligroso para el ser humano, y no será el último.
Entre 1960 y 2004, han aparecido 335 enfermedades nuevas en el ser humano. Y cerca del 60 por ciento de agentes biológicos que las provocan han saltado desde animales. Detrás de estas enfermedades, suele haber un elemento recurrente: los murciélagos y sus parientes los zorros voladores. Estos animales siempre van acompañados de enormes cantidades de virus. De hecho, ya se han identificado 3200 coronavirus diferentes en los murciélagos y zorros voladores. Sin olvidar que también pueden portar filovirus, los causantes del ébola.
Todos estos patógenos, sin embargo, no causan ningún problema a estos animales ya que su sistema inmunitario, muy activo, los mantiene a raya. Solo se vuelven peligrosos cuando cambian de organismo huésped. La mala noticia es que la probabilidad de que salten a otro huésped es cada vez mayor.
Los murciélagos esconden un reservorio de virus que amenazan a la humanidad.
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