Coronavirus: la triple carga de los jóvenes

Nuevas investigaciones evidencian su riesgo de desarrollar un cuadro grave de coronavirus. Los adultos de hasta 35 años están sufriendo las consecuencias de la pandemia por triplicado. Por Julia Köppe/Foto: Getty Images

 ¡Cuidado! Aunque te declaren inmune al coronavirus, aún sigues contagiando

Nick Cordero era amigo de todo el mundo, le gustaba escuchar a los demás, echar una mano… pero sobre todo le gustaba hablar, recuerda Amanda, su novia. Nick Cordero pasó 95 días en el hospital luchando contra las consecuencias del coronavirus. Sufrió una septicemia, varios ictus, tuvieron que amputarle la pierna derecha. Este actor y estrella de Broadway, de solo 41 años y sin enfermedades previas conocidas, acabó falleciendo el pasado julio.
El destino sufrido por Nick Cordero es poco habitual, pero demuestra que las personas que no pertenecen a grupos de riesgo también pueden presentar cuadros graves de Covid-19 y, en el peor de los casos, incluso morir. Es poco frecuente, sí, pero sucede.
Un estudio recién publicado en Estados Unidos, realizado con más de 3200 enfermos de Covid entre los 18 y los 34 años, describe lo que les puede esperar a aquellos que tienen que ser ingresados en un hospital por coronavirus:
→ El 21 por ciento, es decir, casi uno de cada cuatro, tuvieron que recibir tratamiento en una unidad de cuidados intensivos.
→ El 10 por ciento precisaron ventilación mecánica.
→ El 2,7 por ciento fallecieron. Este valor significa que la tasa de mortalidad de la Covid-19 en este grupo de edad es aproximadamente el doble de alta que la del infarto de miocardio.
Todo apunta a que los factores que favorecen una evolución grave de la enfermedad son los mismos en las personas jóvenes que en las de más edad. Los pacientes jóvenes con sobrepeso tienen que recibir respiración con una frecuencia mayor, y también tienen un mayor riesgo de morir. Si concurren varios factores como obesidad severa, hipertensión y diabetes, los pacientes jóvenes, siempre según este estudio, tienen el mismo riesgo de desarrollar un cuadro grave de Covid-19 que las personas de entre 35 y 64 años sin estas dolencias previas.
“A la vista del aumento de las tasas de contagio entre los adultos jóvenes, los resultados subrayan la necesidad de prevenir la infección en este grupo de edad”, aconsejan los autores de un estudio publicado en la revista especializada Jama Internal Medicine. El reputado inmunólogo norteamericano Anthony Fauci, que asesora en cuestiones de salud a los presidentes de Estados Unidos desde el mandato de Ronald Reagan, también lo avisa: “No es cierto que no pueda tener consecuencias negativas para los jóvenes. Cada vez vemos más complicaciones en estas personas”.

Pero no todo el mundo piensa igual

“No importa que las personas jóvenes y sanas se contagien. No sé cuántas veces hay que decirlo…”, aseguraba Scott Atlas en un canal de televisión de San Diego el pasado julio. Atlas es desde hace unas semanas oficialmente miembro de la Coronavirus Task Force de la Casa Blanca, además de reconocido detractor de Fauci.

Se estima que una persona de 25 años tiene un riesgo 250 veces menor de morir por el coronavirus que un contagiado de 85 años

Antes de su nombramiento como asesor científico del Gobierno, Atlas se había pronunciado en contra del cierre de escuelas en diversas entrevistas del canal de noticias Fox News, motivo por el cual atrajo la atención del presidente. La pasión de Donald Trump por la Fox es bien conocida.
Atlas ya asesoró a anteriores presidentes republicanos en cuestiones sanitarias. Sin embargo, y a diferencia de Fauci, no es epidemiólogo. Su campo es la radiología, y antes de la pandemia trabajaba sobre todo con cerebros, no con enfermedades contagiosas.
Llegados a este punto, ¿qué riesgo real supone la Covid-19 para los jóvenes? Se estima que una persona de 25 años tiene un riesgo 250 veces menor de morir por el coronavirus que un contagiado de 85 años. Pero muerte no es equivalente a riesgo, como bien dice el periodista Derek Thompson en un estudio realizado para la revista estadounidense The Atlantic. Este reciente trabajo muestra que las personas jóvenes también pueden desarrollar cuadros graves de Covid-19.
Según un estudio de la aseguradora médica AOK con un total de más de 10 000 pacientes de Covid-19 que precisaron tratamiento hospitalario, solo en torno al tres por ciento tenían entre 18 y 29 años, y el porcentaje de ellos que necesitaron respiración artificial llegaba al 6,3. La muestra es pequeña y por lo tanto no representativa, pero deja claro que la Covid tampoco es una simple tos para los jóvenes.
En Estados Unidos, la proporción de ingresos hospitalarios por cada 100 000 habitantes se ha multiplicado por tres en unos pocos meses para el grupo de edad de 18 a 29 años. Según un estudio publicado en el Journal of Adolescent Health y en el que participaron más de 8 000 personas, un tercio de aquellas entre 18 y 25 años podían ser susceptibles de desarrollar un cuadro severo de Covid-19, ya fuera por tener sobrepeso o por padecer enfermedades cardiovasculares, entre otros motivos. Pero el principal factor de riesgo dentro de este grupo es el consumo de nicotina. La Organización Mundial de la Salud también ha avisado en repetidas ocasiones de que los fumadores tienen un riesgo mayor de sufrir cuadros graves de la enfermedad.
En el caso del contagio asintomático, bastante frecuente entre los jóvenes, todavía no se han investigado suficientemente sus posibles consecuencias. Por ejemplo, se han observado alteraciones pulmonares típicas de la Covid-19 en personas que al menos en un primer momento no parecían presentar daños. A eso se añaden casos aislados de pacientes jóvenes a los que se les ha diagnosticado diabetes relacionada con la Covid.
Además, los jóvenes también refieren efectos a largo plazo debidos a esta enfermedad. “Resulta inquietante”, aseguraba David Putrino recientemente en la revista The Atlantic. Putrino es especialista en rehabilitación en el hospital Mount Sinai de Nueva York. Trata a pacientes que siguen presentando secuelas mucho tiempo después de haberse contagiado de coronavirus, entre ellas un cansancio permanente. Muchos de sus pacientes son mujeres en torno a los 40 años, que previamente estaban sanas y en forma. “Tenemos ahí fuera un montón de personas jóvenes que se sienten invulnerables, pero a las que la enfermedad puede dejar noqueadas durante meses”, dice Putrino.

 Cuanto mayor sea el número de adultos jóvenes contagiados, sostiene esa teoría, más rápido podría alcanzarse la inmunidad de rebaño

 A pesar de estos datos, desde el principio de la pandemia circula por todo el mundo la idea de que si solo se contagiaran los jóvenes no sería un problema especialmente grave, es más, incluso podría resultar positivo. Cuanto mayor sea el número de adultos jóvenes contagiados, sostiene esa teoría, más rápido podría alcanzarse la inmunidad de rebaño. Y la pandemia se acabaría desvaneciendo por sí sola.
Pero, por muy atractiva que esta estrategia pueda parecer sobre el papel, en la práctica no ha funcionado. Ni Gran Bretaña ni Suecia consiguieron mantener al virus alejado de los grupos de riesgo. El número de fallecimientos creció a toda velocidad en ambos países.
También en Alemania se está volviendo a registrar un repunte en el número de personas que dan positivo en los test, la diferencia es que ahora la mayoría de los afectados son jóvenes. La virulencia con la que la enfermedad afecte al país dependerá de si el virus llega a los ancianos o no.
La crisis del coronavirus, en definitiva, afecta a los jóvenes por triplicado. Por un lado, ellos tampoco están libres de desarrollar un cuadro grave de la enfermedad. Por otro, son los que más sufren las actuales restricciones, tanto sociales como económicas. Y sobre ellos recae la principal responsabilidad de que el virus no se siga propagando.

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