Mientras el aeropuerto de Helsinki utiliza ya perros adiestrados para identificar a personas infectadas de COVID-19 a través del olfato, el proyecto llega a España y sus promotores prometen un 96 por ciento de fiabilidad. Por Raquel Peláez
En Finlandia ya existe un proyecto piloto con perros que detectan el coronavirus en menos de diez segundos
En España, el proyecto K-anary está a punto de ponerse en marcha en Barcelona y de ahí dar el salto: «Tenemos ya seis perros con los que vamos a empezar a trabajar en cuanto la Generalitat nos dé paso para poder recoger muestras de COVID en los hospitales (papel secante con restos de sudor de pacientes afectados). Con ese material podremos empezar a entrenarlos», afirma Josep Peris, exjefe de los Mossos d’Esquadra que también ha trabajado en el Ejército del Aire. «A partir de ahí podríamos tener a los perros listos en un mes, con un porcentaje de fiabilidad del 96 por ciento».
Según el impulsor de K-anary «la idea es empezar con perros que ya estén entrenados en alguna especialidad de búsqueda olfativa, como explosivos o droga, pero después pasaremos a trabajar con animales que hayan sido abandonados». Peris considera que cualquier raza podría ser susceptible de detectar la enfermedad «siempre y cuando cumpliera una serie de requisitos relacionados con su capacidad olfativa, su mansedumbre y su fortaleza, ya que los animales se cansan mucho con este tipo de ejercicios». Y aclara: «Nosotros vamos a emplear muestras de sudor recogidas en papeles secantes y, con este método, los perros podrían analizar a unas 200 personas a la hora. Es decir, que en lugar de hacer PCR masivas indiscriminadamente, se podría habilitar una carpa donde los animales pudieran olfatear las muestras conseguidas y dar una respuesta inmediata sin tener que trasladar las pruebas a los laboratorios y esperar el resultado».
Los canes pudieron detectar la enfermedad en etapas muy tempranas en las que todavía no habían aparecido los síntomas
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