Isabel Sola: «Es importante que España tenga sus propias vacunas para no depender del exterior, como sucedió en marzo con respiradores»

La doctora Isabel Sola lleva veinte años trabajando con coronavirus. Investigadora del CSIC, ahora codirige junto al doctor Luis Enjuanes uno de los equipos que trabaja en la creación de una vacuna española contra la COVID-19.  Por Carlos Manuel Sánchez/Fotografía: Carlos Luján

XLSemanal. ¿Qué dificultades están encontrando?

Isabel Sola. El principal problema de este coronavirus es que, muchas veces, el daño no lo causa directamente él, sino la respuesta inmune del organismo. Si una vacuna no induce una respuesta equilibrada puede hacer más daño que la protección que da. En el caso de la vacuna que está desarrollando el equipo que lideramos Luis Enjuanes y yo no solo utilizamos la proteína S, que es la más importante para inducir la respuesta de los anticuerpos; sino otras proteínas que, esperamos, proporcionen una respuesta más completa.

XL. ¿Cómo saben que le han quitado todo el armamento al virus?

I.S. Antes de pasar a cualquier ensayo en humanos lo probamos en el laboratorio paso a paso. Primero en cultivos celulares. Compruebas que el replicón de ARN (ya no lo llamamos virus), cuando infecta una célula, se queda en esa célula y no puede pasar a las siguientes. Luego lo hacemos en ratones modificados genéticamente para que sean susceptibles al virus. Ya hicimos algo similar con un coronavirus muy parecido a este, el del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS). El cien por cien de nuestros ratones vacunados contra el MERS sobrevive. Si no están vacunados, mueren todos. Luego se hacen pruebas en macacos y por fin en humanos.

XL. ¿Han empezado ya con los ratones?

I.S. Sí, nos los enviaron desde Estados Unidos y en las próximas semanas vamos a empezar un primer experimento de protección con ellos. Primero tenemos que validarlo. Hay que comprobar cuál es la dosis mínima de virus que mata al ratón. Esa es la cantidad de virus con la que vas a tener que hacer el desafío.

«El principal problema de este coronavirus es que, muchas veces, el daño no lo causa directamente él, sino la respuesta inmune del organismo»

XL. Los ratones son inmunes al virus, ¿cómo se consigue que se infecten?

I.S. Hay dos maneras. ‘Humanizas’ al ratón poniéndole una puerta de entrada al virus mediante ingeniería genética. Pero eso te exige tener una colonia con muchísimos ratones, hacer grupos que tengan la misma edad para que los resultados de los ensayos sean reproducibles… La otra manera es ‘ratonizar’ al virus. Es decir, modificar el virus para que contagie al ratón y poder trabajar así con ratones normales.

XL. ¿Y después se prueba con primates?

I.S. Sí, es el modelo más parecido al humano, pero el inconveniente es que los síntomas que desarrollan son leves. Pero es interesante, porque ves cómo crece el virus en las fosas nasales, su comportamiento en el pulmón. Pero no es una enfermedad severa. En el ratón es letal, y ahí sí que ves la inflamación y la neumonía. Pero en primates te sirve para ajustar otras cosas.

XL. Varias farmacéuticas extranjeras que ya están en la tercera fase de los ensayos (con humanos) han tenido que parar por efectos adversos inexplicables en algún voluntario… ¿Cuándo habrá una vacuna a disposición de la población?

I.S. Por mucho que corras, hay que respetar unos plazos. Y la fase III es crítica. Que se dijera que a finales de año tendríamos una vacuna para distribuirla a la población siempre me ha parecido precipitado, además de poco realista. Es necesario analizar con garantías y serenidad los resultados para seguir adelante. Conseguir una vacuna no es algo trivial ni está garantizado. Aplica la fórmula mágica y ya está. No. Cualquier desarrollo nuevo en ciencia tiene un nivel de incertidumbre mayor o menor y hay que ir aclarando esa incertidumbre mediante los ensayos. Para eso están todas las fases experimentales, preclínicas, clínicas… Para responder a cada interrogante. Y saltarse cualquiera de ellas te lleva a perder información y a no tener la certeza de que tu producto es realmente eficaz y seguro.

«Puede haber distintas vacunas que tendrán comportamientos diferentes y que van a estar indicadas para un grupo de población o determinadas circunstancias»

XL. ¿Vale la pena tener una vacuna española, aunque llegue más tarde?

I.S. Sin duda. Puede haber distintas vacunas que tendrán comportamientos diferentes y que van a estar indicadas para un grupo de población o determinadas circunstancias. Si consiguiéramos el ideal de una vacuna perfecta sería suficiente con ella, pero lo más probable es que cada vacuna muestre unas fortalezas y tenga unas debilidades. Y, desde el punto de vista estratégico, es importante que los países, además de tener sus acuerdos de compra con laboratorios extranjeros, dispongan de sus propias vacunas para evitar depender del exterior, como sucedió en marzo y abril con respiradores y mascarillas. Así que es muy importante tener vacunas españolas. Si no inmediatamente, sí en el medio plazo. Porque este virus ha llegado para quedarse.

XL. ¿La pandemia servirá para que la sociedad y los gobiernos valoren más a los científicos?

I.S. Ojalá. Los que nos dedicamos a la ciencia en España vivimos en un mundo un poco naif. Estás porque te entusiasma lo que haces, pero tienes una familia, tienes que vivir…. A mí me han dicho, cuando se enteran de lo que cobro o la situación tan inestable de mis colaboradores, que no debo ser tan lista si sigo en esto… Hay una crisis de vocaciones. Pero es que muchos científicos sobreviven a base de contratos precarios, proyectos que a veces encuentran financiación para un año y no para el siguiente… Y no estoy hablando solo de los becarios. Hablo de investigadores posdoctorales y de investigadores establecidos. Los sanitarios viven una situación parecida. Y es triste que determinados trabajos, esenciales para enfrentarnos a algo tan serio, conlleven durante muchos años una situación profesional y personal de mera subsistencia para los que los ejercen. Por eso cada vez hay menos gente que quiere dedicarse a la ciencia en España, ¿pero a quién vamos a recurrir cuando vengan situaciones así? Hoy se acuerdan de nosotros porque ven que hacemos falta, pero cuando se supere la pandemia, ¿qué pasará?

XL. En Estados Unidos hay científicos en grandes compañías que ya han ganado millones antes de comercializar la vacuna.

I.S. Eso es algo que a los científicos de base nos parece como de otro planeta. Ni nos pasa por la cabeza. La ciencia básica no se ve, pero está en los cimientos de cualquier investigación. Y es injusto que unos compartan sus hallazgos, pero solo se beneficien los que ponen el producto en el mercado.

Así funciona mi vacuna

«Convertimos al propio virus en la vacuna. Mediante ingeniería genética eliminamos su armamento para que no pueda extenderse y desencadenar la enfermedad, ni contagiar a otras personas. Solo conservamos algunas proteínas para que el sistema inmune lo reconozca. Y le dejamos una ‘maquinaria’ que le permite reproducirse de manera controlada, aunque ya es inofensivo. De este modo, aunque ponemos una dosis muy pequeña, se multiplica lo suficiente como para que solo tengamos que poner una dosis, no hace falta una segunda de recuerdo».

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