Este matrimonio de científicos, David Escors y Grazyna Kochan -virólogos de Navarrabiomed-, compagina el desarrollo de una vacuna para la COVID-19 con la inmunología aplicada al cáncer y un proyecto europeo de investigación en vacunas para gripe, fiebre amarilla, encefalitis transmitidas por garrapatas y otros coronavirus, como el MERS. Por Carlos Manuel Sánchez/Foto: Endika Portillo
• Coronavirus: la triple carga de los jóvenes
Con la segunda ola arrasando en Europa, hay un debate científico a nivel mundial sobre la conveniencia o no de que se deje que la gente joven y sana se contagie mientras llega una vacuna, para intentar alcanzar de este modo la inmunidad colectiva en el menor tiempo posible.
XLSemanal. Cientos de investigadores han firmado la Declaración de Great Barrington a favor de esta estrategia, que ha sido respondida con el Memorando de John Snow, también con cientos de firmas, que considera que es una falacia peligrosa y no demostrada que el contagio masivo de la población de menor riesgo acabe protegiendo finalmente a los más vulnerables. Y teme que pueda costar miles de vidas. ¿Cuál es su postura?
David Escors. En primer lugar, hay que tener en cuenta que saldremos de esta situación solo cuando casi toda la población haya pasado por la enfermedad y la población de riesgo se haya vacunado. Mientras tanto, será un hecho irremediable que la población se vaya contagiando. Obviamente, aquellos que hayan pasado la enfermedad, en principio, no requerirán vacunación. La controversia viene del hecho de si se tiene que dejar que la gente joven y sana se contagie. Realmente la pandemia está fuera de control, con lo que todo el mundo se va contagiando, y no podemos hacer nada para evitarlo. Lo único que podemos hacer es poner los medios sanitarios para tratar los casos que requieren ingresos.
XL. ¿Entonces están a favor o en contra de este atajo hacia la inmunidad ‘del rebaño’?
D.E. Éticamente no es justificable, dado que ante una enfermedad, siempre hay que tratar al enfermo y evitar los contagios.
XL. Un estudio reciente del Imperial College de Londres, con 365.000 personas que han pasado la enfermedad, ha detectado que los anticuerpos contra la COVID-19 caen en torno a un 25 por ciento al cabo de tres meses. Algunos científicos sugieren que puede ser un indicio de una disminución rápida de la inmunidad. Y que podría significar que, cuando haya vacunas efectivas, quizá habría que aplicarlas dos veces al año. ¿Les afecta a la hora de desarrollar su vacuna?
D.E. No. Es irrelevante. Los anticuerpos duran para casi todas las enfermedades ese tiempo. Es normal. Así funciona el sistema inmunitario. Tras una reinfección, los anticuerpos aparecen mucho más rápido y con mayor afinidad debido a la memoria inmunológica. Lo más importante es generar una buena respuesta de linfocitos T memoria, para que tras una reinfección la respuesta sea rápida. Es lo que sucede con el coronavirus OC43, que ha quedado relegado a un catarro común que no requiere vacunación. La vacuna debería ser recomendada a la población de riesgo.
«Saldremos de esto cuando casi toda la población haya pasado por la enfermedad»
XL. ¿Creen que el toque de queda será efectivo?
D.E. No creemos que sea suficiente. Pero hasta que no tengamos datos no lo sabremos.
XL. ¿Cómo pasaremos las Navidades?
D.E. Creemos que cada familia conviviente podrá pasarla sin problemas en sus casas respectivas, pero no con grandes banquetes.
XL. ¿Cuánto tiempo será necesario para controlar la pandemia?
D.E. Incluso con vacunas, estimamos que un par de años. Por eso tenemos que dejar de pensar en problemas cortoplacistas y planificar actuaciones de larga duración.
XL. ¿Tendremos vacuna española?
D.E. Por lo menos es importante que se fabriquen varias vacunas eficaces, y que algunas de las españolas lleguen a buen puerto. Porque la dosis de una vacuna cuesta ‘tres pesetas’, pero en un contexto de escasez se puede encarecer mucho.
XL. ¿Les sorprende la virulencia de esta pandemia?
D.E. A los virólogos no nos coge de sorpresa. Llevábamos años advirtiendo de que algo así podía suceder. Hay gripes aviares que son muy peligrosas, en el sur de España tenemos el virus del Nilo occidental, que se está introduciendo. Pero hay gente que considera que los científicos somos unos asustaviejas… Hasta que pasa esto.
XL. ¿Qué se puede hacer de cara a futuras amenazas?
Grazyna Kochan. Nosotros estamos aprovechando el desarrollo de nuestra vacuna para poner a punto una plataforma de respuesta rápida a estos peligros. Es un diseño de herramientas que en el laboratorio nos permita generar los elementos de una vacuna o las proteínas purificadas para desarrollar fármacos. Nuestra intención es que esta plataforma no desaparezca una vez que pase la pandemia.
Llevábamos años advirtiendo de que algo así podía suceder. Hay gripes aviares que son muy peligrosas, en el sur de España tenemos el virus del Nilo occidental, que se está introduciendo
XL. ¿Qué dificultades tienen los grupos españoles que están desarrollando vacunas?
G.K. Las grandes farmacéuticas prefieren trabajar en países con incentivos fiscales. Y España no es uno de ellos. Por eso no tenemos empresas biotecnológicas grandes. Una cosa es desarrollar una vacuna en el laboratorio, trabajar con animales… A pequeña escala podemos hacerlo. Sin embargo, para dar el salto del laboratorio al mercado hay que trabajar con material producido a gran escala y en condiciones de extrema limpieza, sea una vacuna, un tratamiento con citoquinas, con anticuerpos, con proteínas purificadas… Eso se puede hacer en Estados Unidos, Holanda, Alemania… Pero si una empresa, de vacunación o de lo que sea, quiere montar una sede en España, lo primero que tiene que hacer es pagar. Mucho papeleo y muchos pagos. En el Reino Unido, para registrar una empresa pagas una libra. Y no pagas más hasta que no generas ingresos.
XL. Será la vacuna más rápida de la historia…
G.K. Hay mucha competencia. Los ensayos clínicos se han acelerado a nivel mundial, incluso se han solapado fases. Hay mucha presión de los gobiernos para tener la vacuna ya. Pero creemos que se está corriendo demasiado. Los plazos son los que son para garantizar la seguridad. Una vacuna con efectos secundarios adversos puede dar alas a los movimientos antivacunas. Y eso también cuesta vidas.
Así funciona su vacuna
«Hemos creado una línea de investigación para la COVID-19 que se basa en un lentivector, una herramienta que se utiliza desde hace diez años en el tratamiento de enfermedades genéticas. Pero nuestro objetivo es poner en marcha una plataforma de ingeniería de vacunas que responda ante cualquier amenaza, como brotes de fiebre amarilla, gripe y otros coronavirus».
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