En busca de la identidad perdida

1 Un futuro mejor · «Este es Ion, mi padre. Vino a España hace 15 años a trabajar en la construcción y nos trajo con él. Yo nací en Fulga de Sus, un pueblo cerca de la capital de Rumanía, y viví allí hasta los 11 años. Desde entonces, cuando volvemos para visitar a nuestros familiares, los fotografío. Mi padre dice que siempre ha pensado en volver».
2 Un futuro mejor · «Mi abuela Vasílica, su madre, no lo cree».
3 Despedir al abuelo · «Mi abuelo Gheorghe, el padre de mi madre, era el nexo de la familia. Bromeaba con los nietos y le encantaba reunirnos a todos -tíos, primos…- en su casa, pero desde que nos marchamos pocas veces pudo verlo. Solía lamentarse: ‘Yo estuve al lado de mi padre hasta el día que murió. Ahora se van todos’…
4 Despedir al abuelo · Mi abuelo falleció el 30 de diciembre de 2016. Estábamos en España cuando sucedió y viajamos a Rumanía. Nos juntamos todos, como siempre quiso él… pero sin él. Me sentí culpable. Creo que todos nos sentimos así…
5 Despedir al abuelo · En los últimos 15 años no vi a mi abuelo más de diez veces. Volver al funeral fue muy duro. Doloroso. Sabíamos que ese momento llegaría, pero te entran las dudas: ¿merece la pena estar tanto tiempo lejos de tu familia y volver solo para enterrarlos?».
6 La casa de la infancia · «He vivido mucho tiempo cabreado con Rumanía porque sentía que había obligado a mis padres a marcharse. Tras la muerte del dictador Ceaucescu, en 1989, los rumanos ansiaban una mejora inmediata. Pero no sucedió. La situación económica tras la caída del comunismo fue incluso a peor. Para muchos, la única salida fue emigrar…
7 La casa de la infancia · De los veinte millones de rumanos, cuatro millones viven fuera del país. Y eso te obliga a vivir a medias, entre dos culturas. Yo encontré en la fotografía una manera de iniciar una ‘conversación’ con Rumanía, de buscar otro vínculo con mi familia y con todo aquello que se ha quedado atrás. las fotos antiguas (izquierda), el bar del pueblo (abajo)… Con los años, la casa de la infancia adquiere un nuevo significado».
8 El salto generacional · «La de arriba es mi abuela Vinica; la de abajo, su hija Daniela: mi madre. Trabaja de dependienta en un supermercado. Para ella fue muy difícil al principio vivir en España porque vino sola con mi padre. ‘Lo único en que pensaba era en volver’, dice. Cuando llegamos mi hermano y yo, un año después, las cosas cambiaron. Nosotros nunca tuvimos problemas de integración. Quizá porque nos instalamos en un pueblo, Azuqueca de Henares, en Guadalajara, donde apenas había inmigración.
9 El salto generacional · Ni yo, que tenía 11 años, ni mi hermano, que tenía 6, sabíamos una sola palabra de español, pero no nos costó aprenderlo. Ahora, ya somos de aquí. Y mi madre asume que no volverá a Rumanía. ‘Yo estaré siempre donde estén mis hijos’»

Rumanía es el país de la Unión Europea que más flujo de inmigrantes genera. Casi un millón de ellos vive en España; la mayoría, llegados a finales de los noventa. Ahora sus hijos, que crecieron o nacieron aquí, se debaten entre una separación dolorosa y un retorno imposible. El joven fotógrafo Marius Scarlat indaga su propia familia. Texto y fotos: Marius Scarlat

También te pueden interesar estos artículos…

La misteriosa enfermedad de los niños refugiados en Suecia

El sueño de volver a casa

Sajonia (Alemania): aquí los refugiados no son ‘willkommen’

"actualidad"