Vigilancia y temblores
Gloria es licenciada en Derecho y funcionaria de vigilancia en la cárcel de Córdoba desde hace 20 años. «Yo he visto de todo, pero en los módulos más conflictivos aún pasas miedo. No llevo porra ni nada, apenas un bolígrafo y el ‘walki’, pero a veces toca reducir a presos muy violentos. Recuerdo a uno que quería clavarle un palo de escoba astillado a otro tras pelearse por unas zapatillas».
Entre el fuego
Fernando, funcionario de vigilancia en el módulo de Aislamiento de Valdemoro (Madrid), recuerda el día que más miedo he pasado en 20 años de servicio. «A un interno que quería ir al hospital, no se le ocurrió otra cosa que quemar el colchón. Entré en su celda a ciegas, entre el humo, rezando para que no me atacara. Lo encontré inconsciente, lo saqué a rastras y lo reanimé. Después hubo que evacuar a los demás. Les decía: ‘Sígueme, que aquí te mueres’, y los arrastraba del brazo fuera de su celda. Por suerte, ninguno me apuñaló ni me golpeó».
Comida
La comida es un momento muy tenso ya que se juntan todos los presos de cada módulo. Si estalla una reyerta, «ver volando 100 bandejas metálicas, acojona», dice un funcionario. En las cocinas trabajan unos 30 presos. «Tengo de todo, pero hay mucho agresor sexual en busca de tranquilidad –dice Isabel, jefa de cocina carcelaria de 57 años–. Con ellos hago de madre, asistente social y paño de lágrimas».
Estudio
Alumnos de un nivel equivalente a 6º de primaria. Son presos de los módulos 14 y 10, de los más conflictivos. «Por la tarde hacen deberes en el módulo –dice Paco, su profesor–. Por esta escuela pasan unos 600 alumnos, pero hay más que van a clase en sus módulos».
Programa para toxicómanos
Terapia en el Módulo 2 de Córdoba. Proyecto Hombre gestiona aquí un modélico programa para toxicómanos en una cárcel donde los médicos atienden a presos con sobredosis casi a diario. «El 80% de los que pasan por este módulo y salen a la calle no regresan a prisión», dice Francis, coordinador del programa.
Terapia penitenciaria
La psicóloga Pilar Reyes trata a criminales violentos en el centro cordobés: «Todos tienen roto el vínculo con lo humano, por maltrato, infancias sin límites, padres toxicómanos…».
Entramos en el Centro Penitenciario de Córdoba para conocer quiénes son y en qué condiciones trabajan los funcionarios de las prisiones españolas. Por Fernando Goitia/ Fotos: Carlos Carrión
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