El transporte alternativo ha llegado para quedarse, aunque la falta de legislación y de vías adecuadas hace que no solo sea conflictivo usarlo, sino que implique jugarse la vida. Siete usuarios de estas nuevas formas de movilidad nos cuentan su experiencia. Texto y fotos: Felipe Romero
• Movilidad compartida: el transporte del futuro ya está aquí
‘SKATE’: Gerardo Romera, 24 años, realizador
«Por la acera no puedes superar la velocidad del peatón. Es absurdo»
Mis razones: el monopatín me viene de familia, mi padre también patinaba. Al principio, solo iba a los lugares designados para patinar, pero hace unos años le empecé a coger gusto a transportarme con el monopatín.
El casco: El casco y las protecciones son obligatorios, pero no los uso. Es muy incómodo cargar todo el día con el casco.
Las normas: hace dos años implantaron una nueva normativa por la que se prohíbe el monopatín en muchos sitios; por ejemplo, por la acera no puedes superar la velocidad peatón. Es absurdo. Además, si vas por carretera, el máximo permitido son 10 kilómetros por hora. El monopatín no tiene un lugar en la ciudad. Nos dan pocas soluciones para poder movernos con seguridad. Esto obliga a que tengas que ir por lugares prohibidos e incumplir la ley.
FAST WHEEL: Eduardo Amoedo, 31 años, odontólogo
Mis razones: el monociclo eléctrico es al transporte lo que el móvil fue a las comunicaciones. Es el invento del siglo XXI. Cargar cuesta 20 céntimos y puedes andar 60 kilómetros a 30 kilómetros por hora. Puedes hablar por teléfono, llevar la compra… La sensación de libertad es increíble. Es como surfear. Tengo coche, pero prefiero el monociclo para los recorridos diarios.
Accidentes: es un vehículo muy silencioso y casi indetectable. Los peatones, los coches y las bicis no se dan cuenta de que estás allí. Sin ir más lejos, la semana pasada estaba esperando el cambio de semáforo, un coche no vio la rueda, pensó que era un peatón y tuve que golpearle el capó del coche muy fuerte para que se enterara de que me iba a pasar por encima.
El casco: lo uso, pero debe ser una decisión voluntaria.
Las normas: las respeto por seguridad propia. No me voy colando entre los coches. Pero la ciudad está mal diseñada. Para cumplir la ley del todo, tendría que bajarme y subirme al monociclo en cada esquina.
PATINETE: Claudia Gil-Bohórquez, 27 años, ‘marketing’
«Si tuviera que usar casco, dejaría el patinete»
Mis razones: lo uso para trayectos cortos. Por ejemplo, para volver del trabajo y evitarme la hora pico. Ahora mismo, además, me sale más rentable que el coche. No tengo que pagar el seguro, el aparcamiento, la gasolina… Cuando de verdad lo necesito, se lo pido a mis padres y asunto resuelto.
Accidentes: cuando no estaba regulado el uso del patinete, yo iba casi siempre por la acera. A algunas personas les molesta, pero ni caso. Lo que pasó fue que iba rápido cuesta abajo por la acera y uno se atravesó, yo salté para no caerme, pero el tío se llevó un golpe con el patinete, por poco llama a la Policía.
Casco: no lo llevo porque es incómodo y, además, feo. Si tuviera que llevarlo siempre, dejaría el patinete.
Relación con los coches: al principio la gente me decía cosas, sobre todo si iba muy rápido por la acera… «Mira por dónde vas» o «¡el carril bici!», pero ahora ha cambiado, ya solo van por la acera los turistas que alquilan.
BICICLETA: Jaime Aukerman, 36 años, mánager de comunicación
«Muchos de los conductores que nos gritaban ya no lo hacen. Ahora tienen un hijo que monta en bici»
Mis razones: me evita el estrés de los atascos y es la respuesta a los grandes problemas de movilidad. Es bueno para el entorno y resulta un igualador de clases sociales.
Accidentes: un coche abrió la puerta sin mirar y me la tragué. Me podía haber quedado en el sitio. El conductor, lejos de ayudarme, vino con una actitud agresiva.
Casco: a raíz del accidente empecé a usarlo. Pero creo que cada uno debe ser libre de llevarlo o no.
Las normas: hay mucha leyenda negra. Sí es verdad que a veces te cuelas entre los coches, pero esto solo es admisible si llevas montando muchos años.
Relación con los coches: te gritan, incluso te insultan. No respetan los carriles 30. El problema es que el coche genera atascos y estrés, eso hace que la gente se vuelva irreflexiva. Pero está cambiando. Muchos de esos conductores ahora tienen un hijo que monta en bici y hay más conciencia.
BICI PÚBLICA: Esther Sanz,19 años, Estudiante
Mis razones: empecé a usar bicis de alquiler hace dos años. El metro me agobia mucho, me consume la energía estar bajo tierra, con tanta gente… Yo pensaba que alquilar la bici iba a ser más barato que el metro, pero tiene más o menos el mismo coste. Si pudiese elegir, elegiría una bici eléctrica personal porque ahora mismo no me interesa el coche.
Casco: no lo uso, pero me quiero comprar uno; lo veo indispensable. Ahora, no creo que deba ser obligatorio; es decir, creo que, si hubiera más carriles bici, el uso del casco no sería necesario.
Accidentes: el más peligroso que he tenido fue un día que había llovido. Menos mal que no había coches detrás de mí, era una cuesta muy pronunciada y las ruedas resbalaron y me caí al suelo.
Las normas: al principio, no tenía muy clara la normativa, así que iba saltándome las reglas sin saberlo. Pero ahora que utilizo diariamente este transporte, conozco muy bien mi ruta y respeto las normas.
Relación con los coches: los peatones te miran mal, los coches te miran mal. Todos los días me pita alguien y todos los días temo por mi vida en las rotondas. Los coches odian a las bicicletas.
SEGWAY: Eric Berman, 50 años, empresario
«Es seguro, rápido, fiable…El Segway no se ha extendido porque es muy caro»
Mis razones: lo uso para el centro de la ciudad. Tardo solo 10 minutos en hacer unos 4 kilómetros. Es seguro, rápido y confiable. Una manera divertida de andar por la ciudad. El Segway no ha sido el boom que pronosticaron porque es costoso. No es lo mismo un patinete, que te cuesta 300 euros, que un Segway, que te cuesta 8000.
Accidentes: he tenido pequeños incidentes porque somos una ciudad que no está muy familiarizada con el Segway. En Holanda, en cambio, es un medio de transporte común.
Casco: generalmente llevo casco, lo uso sobre todo para trayectos más largos. El uso de casco es obligatorio para el Segway.
Normas: tenemos la misma normativa que los patinetes eléctricos. Mi Segway está regulado a una velocidad máxima de 15 kilómetros por hora. Al ser un vehículo más alto y ancho que una bicicleta, debes circular con más precaución y procurar ir por calles no muy transitadas.
E-BIKE: Carolina Díaz, 41 años, hostelería y turismo
«Ir delante de un autobús es jugarme la vida; soy un mosquito ante un elefante»
Mis razones: e-Bike es una bicicleta eléctrica que va con batería. La empecé a utilizar hace dos años. A diferencia del patinete, vas sentado y te sientes más seguro. La utilizo para trayectos cortos.
Legislación: la ley sobre e-Bike no está muy pulida. Ni la Policía sabe de qué va. Yo siempre transito por el carril bici, a partir de ahí me parece bastante peligroso; ir delante de un autobús en e-Bike es jugarme la vida, soy un mosquito ante un elefante.
Relación con los coches: yo me pongo en su lugar. El problema es de infraestructuras, que al final perjudica la convivencia entre todos los medios de transporte. Yo entiendo que un taxista se moleste porque está subiendo la calle con algún ciclista o alguien en patinete eléctrico y tiene que bajar la velocidad.
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