Hospital de juguetes: la bendita nostalgia
«Lo que más me gusta es que me paso todo el día jugando [risas], hay mucha nostalgia involucrada», dice Antonio Martínez Rivas, cuyos padres comenzaron con el negocio en el 45. «Aquí viene sobre todo gente que valora sus juguetes de la infancia. Padres que han rescatado su coche cabledirigido para que juegue su hijo, pero, claro, el niño se queda mirando y dice. ‘¡Si está atado! Pues vaya rollo…’. Y ahí el padre se desilusiona un poco».
«Actualmente lo que más reparo son coches y muñecas antiguas: la muñequita Griselda, Mariquita Pérez, la Nancy»
El hospital del juguete
Calle de Granada 36, Madrid
Reparación y venta de repuestos para electrodomésticos
«Estos son dos motores de lavadora: el de la derecha es nuevo; el de la izquierda, antiguo, y lleva 15 años en la tienda».
Eugenio Olmeda abrió su negocio de repuestos del sector de gama blanca -lavadoras, lavavajillas, cocinas, calentadores- en 1995. «Lo bueno es que, al ser muy especializados, no tenemos mucha competencia… ni los chinos. La competencia real son los seguros del hogar; aseguran los aparatos y, si ven que la reparación es un poco cara, prefieren indemnizar al cliente. El aparato actual es mucho más barato que antes, en proporción al salario. una lavadora hace 40 años costaba el sueldo de tres meses, hoy es el sueldo de una semana. Por eso, los jóvenes los tiran antes que arreglarlos».
Electro Crono
Calle del Radio, 28, 28019, Madrid
Reparación de bolsos
«Llevamos aquí desde los años cuarenta -cuenta Juan Manuel Martín-. Yo nací en el hospital y ya me vine a la tienda. Mis padres vivieron aquí toda su vida y yo tampoco he salido. Cuando me jubile, cerraré; mis hijas están en otras cosas. Aquí,
nos dedicamos exclusivamente a la reparación y el tinte de bolsos. Lo que más me gusta es el trato con el público; estoy toda la mañana abierto y no tengo tiempo para trabajar… siempre hablando. Yo en realidad trabajo cuando cierro. Aquí hay clientes mayores de toda la vida, pero también gente joven. El barrio, Chueca, ha cambiado mucho».
«Lo que más se repara de los bolsos son las cremalleras y las asas. Pero también hacemos muchos tintes».
Reparación de Bolsos
Gravina, 4, Chueca, Madrid
Zurcidora: hágalo por el planeta
«Mi madre no tiraba nada; lo que se tenía se arreglaba. Hoy, aunque no sea por necesidad, deberíamos ser conscientes de toda la basura textil que generamos». Cecilia, que aprendió el oficio de niña, trabaja en su tienda desde 1981 y se declara comprometida con el medioambiente. «Mi única preocupación es a quién dejarle el negocio cuando me jubile. Estoy buscando instituciones para enseñar el oficio, en cárceles, por ejemplo. Creo que puede dar de comer a una familia y, además, aportarle algo al mundo. frenar el consumismo».
«Últimamente, lo que más arreglo son prendas apolilladas. Hace unos años era muy raro, pero ahora va en aumento».
Zurzidora Ceci,
Escosura, 17 Chamberí, Madrid
Arreglo de cámaras: la emoción del cliente
«Lo que más me gusta del trabajo es la reparación técnica de las cámaras, el coger un aparato que no hace nada y volverlo funcional, darle vida… Eso es precioso», cuenta Manuel García, que heredó el negocio de su padre, quien lo abrió en 1957. «Aquí arreglamos cámaras digitales y analógicas, casi el 40 por ciento son de estas últimas. Es el material que ya estaba olvidado en los cajones de las casas, pero que la gente ha vuelto a cogerlo. No te puedo explicar la cara del cliente cuando ve que la cámara de su padre o de su abuelo vuelve a funcionar».
«Un cliente habitual es el que encuentra en un cajón la cámara del abuelo. Tiene un componente emocional muy fuerte».
Fokus reparaciones
Calle Carretas 12, Madrid
Reparación de calzado: amor a los zapatos viejos
«La tienda era de mi padre; yo aprendí el oficio de niño», cuenta Antonio Olmo. Trabajan con él su mujer y su hermana. «A mí lo que me gusta de mi trabajo es que estoy con mi familia. Lo que no me gusta es el zapato malo, la producción china nos ha hecho mucho daño; si un zapato te cuesta 15 o 20 euros, no te compensa arreglarlo». Pero añade. «Hay clientes que arreglan su calzado hasta que parece que lo han cogido de la basura. Ya lo dice el refrán. ‘Te quiero más que a unos zapatos viejos’».
«Aquí viene gente a arreglar calzado antiguo, de otra época, de cuando eran jóvenes… Estas botas tendrán al menos 20 años».
Calzados Ol-mar
Calle de Argumosa 31, Madrid
En la sociedad del usar y tirar en la que vivimos, cada día quedan menos lugares en los que reparar desde los electrodomésticos hasta los juguetes. Pero algunos locales resisten al consumismo ofreciendo una penúltima vida a sus objetos cotidianos. Se los mostramos. Texto y fotos Felipe Romero
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