Irán, bajo la superficie
Estrictas leyes islámicas, represión, sanciones internacionales y constantes tambores de guerra han marcado la vida de los iranÃes tras 40 años bajo el régimen de los ayatolás. Buceamos en los rincones ocultos de un paÃs acostumbrado a vivir en el ojo del huracán. Por Fernando Goitia/ FotografÃas: Karl Mancini y Meeri Koutaniemi
1 Irán, bajo la superficie · Un estado siempre presente
El autobombo del régimen es omnipresente, promoviendo valores nacionalistas y religiosos. Por otro lado, los reformistas han relajado el código de vestimenta permitido a las mujeres. En Teherán sobre todo, ya no domina el estricto chador negro -el recomendado por las autoridades religiosas- y se usan abrigos y pañuelos algo más cortos y de colores brillantes.
2 Irán, bajo la superficie · Un paÃs urbano
La mayor parte de los iranÃes (el 75 por ciento) vive en ciudades. Solo en el área metropolitana de Teherán, capital desde el siglo XVIII, hay 15 millones, casi el 20 por ciento del paÃs. La despoblación rural se ha acentuado en la última década, impulsada por la precaria situación económica de un paÃs rico en hidrocarburos y con un gran desarrollo cientÃfico y tecnológico.
3 Irán, bajo la superficie · Tatuajes en la clandestinidad
Los hombres también tienen restricciones estéticas. Nada de ropa ajustada ni mangas muy cortas ni teñirse el pelo ni depilarse las cejas ni tatuarse. Todo es inmoral. Los estudios de tatuajes están prohibidos, aunque los tatuadores atienden a sus clientes en los cada vez más numerosos pisos clandestinos. Este de la imagen es especialmente indecente, ya que hay mujeres tatuando a hombres.
4 Irán, bajo la superficie · La juventud escondida
Dos jóvenes se rÃen en una comuna de artistas clandestina, donde tienen acceso a alcohol y visten a su aire. Cada vez hay más lugares como este donde saltarse las restricciones de vestimenta y ocio,limitado para las mujeres a su casa o la de amigos y familiares.
5 Irán, bajo la superficie · Prohibido tocarse
Dos jóvenes ante una vista muy popular entre las parejas, al norte de Teherán. La PolicÃa Moral, con más de 7000 efectivos, censura las actitudes amorosas en público. Los protagonistas de esta fotografÃa, demasiado cerca uno del otro, podrÃan ser detenidos y, tras llamar a sus familiares, obligados a realizar un curso de reeducación moral.
6 Irán, bajo la superficie · Bailar en la oscuridad
La ley persigue los «comportamientos indecentes en público». Bailar, por ejemplo, no está bien visto, aunque muchos iranÃes lo hacen en privado. El ritmo más restringido es el rock, considerado satánico por Jomeini. Los grupos deben obtener aprobación oficial para actuar, aunque hay incluso bandas femeninas, como la popular Sanam Pasha, a cuyos conciertos solo pueden asistir mujeres.
7 Irán, bajo la superficie · Guardianes de la moralidad
La Policia Moral patrulla las calles desde 2006. Arrestan, sobre todo, a mujeres que transgreden los códigos de vestimenta y moralidad pública. PaÃses como Arabia SaudÃ, Malasia, Sudán o Nigeria también cuentan con cuerpos similares. Foto: GettyImages
8 Irán, bajo la superficie · El cemento patriótico
El estado de guerra casi permanente, la retórica anti-EE.UU. y el culto a los próceres son el sostén patriótico del régimen desde hace 41 años. El ejemplo más reciente fue la reacción al asesinato del general Soleimani, ordenado por Trump. Miles de iranÃes clamaron venganza, apagando asà los ecos de las protestas contra el Gobierno que el paÃs vivió en noviembre.
9 Irán, bajo la superficie · La protuberancia nacional
Los ayatolás se oponen -«es occidental y trastoca la obra de Dios», dijo Jomeini citando a Mahoma-, pero nada impide que más de 200.000 iranÃes se operen cada año la nariz. Mujeres, sobre todo, que en público solo pueden mostrar el rostro, pero también hombres: un tercio de los pacientes. Con precios más baratos que en Europa, EE.UU. o Brasil, Irán es hoy un destino de turismo médico.